lunes, 15 de abril de 2013

Angeles y demonios

El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

Libro Segundo: MUNDO ESPIRITISTA O DE LOS ESPÍRITUS

Capitulo I: DE LOS ESPÍRITUS


128. Los Seres que denominamos ángeles, arcángeles y serafines ¿integran una categoría especial, de naturaleza diferente a la de los otros Espíritus?
  • No: son los Espíritus puros, los que se hallan en el peldaño más alto de la escala y reúnen todas las perfecciones.
La palabra ángel despierta generalmente la idea de la perfección moral. Sin embargo, a menudo suele aplicarse a todos los Seres buenos y malos que están fuera de la humanidad. Se dice: el ángel bueno y el ángel malo; el ángel de la luz y el ángel de las tinieblas. En este caso, es sinónimo de Espíritu o de genio. Nosotros lo tomamos aquí en su buena acepción.
 
129. Los ángeles ¿han recorrido todos los grados?
  • Los recorrieron todos, pero, como hemos dicho ya, unos aceptaron su misión sin protestar y han llegado más pronto. Otros, en cambio, pusieron un tiempo más o menos prolongado para alcanzar la perfección.
130. Si la opinión que admite la existencia de Seres creados perfectos y superiores a todas las demás criaturas es errónea, ¿cómo se explica que esté en la tradición de casi todos los pueblos?
  • Debes saber que tu mundo no existe de toda eternidad y que, mucho tiempo antes que él existiera, ya había Espíritus que habían alcanzado el grado supremo. Así pues, los hombres han podido creer que aquéllos habían sido siempre perfectos.
131. ¿Hay demonios, en el sentido que se da a esta palabra?
  • Si los hubiera, serían obra de Dios, y ¿sería Dios justo y bueno si hubiese creado Seres eternamente consagrados al mal y desdichados? Si existen demonios, los hay en tu mundo inferior y en otros similares donde ellos residen. Han sido los hombres hipócritas los que hicieron de un Dios justo un dios ruin y vengativo, y que creen serle agradables mediante las abominaciones que en su nombre se cometen.
La palabra demonio sólo implica la idea de Espíritu malo en su significado moderno, pues el vocablo griego daimôn, del que deriva, significa “genio, inteligencia”, y se aplicaba a los Seres incorpóreos, buenos o malos, sin distinción.
Los demonios, conforme a la significación vulgar de la palabra, se supone que son Seres esencialmente malévolos. Como todas las cosas, constituirían una creación de Dios. Ahora bien, Dios, que es soberanamente justo y bueno, no puede haber creado Seres dedicados al mal por su propia naturaleza y condenados eternamente. Y si no fueran obra de Dios, serían por tanto eternos como Él, en cuyo caso habría muchas Potencias Soberanas.
La primera condición de toda doctrina consiste en ser lógica. Y la de los demonios, en el sentido absoluto, carece de esa base esencial. Que en las creencias de los pueblos atrasados, que no conocen los atributos de Dios y admiten divinidades maléficas, se admitan asimismo los demonios, es concebible. Pero, para cualquiera que considere a la bondad de Dios como un atributo por excelencia será ilógico y contradictorio suponer que Él haya podido crear Seres consagrados al mal y destinados a practicarlo a perpetuidad, porque esto equivale a negar su bondad. Los partidarios de los demonios se apoyan en las palabras de Cristo, y por cierto que no seremos nosotros quienes discutamos la autoridad de su enseñanza, la cual querríamos ver en el corazón más que en los labios de los hombres. Pero ¿están bien seguros del sentido que Cristo da a la palabra demonio? ¿No saben acaso que la forma alegórica es una de las características que distinguen su lenguaje? ...
Los hombres han hecho con los demonios lo mismo que hicieron en relación a los ángeles: así como creyeron en Seres perfectos de toda eternidad, de la misma manera han tomado a los Espíritus inferiores por Seres perpetuamente malos. En consecuencia, la palabra demonio debe entenderse como refiriéndose a los Espíritus impuros, que muchas veces no son mejores que los designados con aquel nombre, pero con la diferencia de que su estado es sólo transitorio. Son Espíritus imperfectos que murmuran contra las pruebas que sufren y que, por lo mismo, han de padecerlas durante más tiempo, pero llegarán a su vez a la perfección cuando tengan la voluntad de lograrla. Así pues, podríamos aceptar el vocablo demonio con esa restricción. Pero, como en la actualidad se le entiende en un sentido exclusivo, pudiera inducir a error, llevando a creer en la existencia de Seres especiales, creados para el mal....

AMOR FRATERNAL

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