Momentos de Salud y de Conciencia
Divaldo Franco - Juana de Ângelis
En el momento de concientización, es decir, en el instante a partir del cual consigues discernir con acierto, usando como parámetro el equilibrio, alcanzas un nivel elevado en la condición de ser humano.
Efecto natural del proceso evolutivo, esa conquista te permitirá determinar el valor de factores profundos, tales como el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, el deber y la irresponsabilidad, la dignidad y la humillación, la nobleza y la vulgaridad, lo lícito y lo irregular, la libertad y el libertinaje.
Al trabajar con datos no palpables, sabrás seleccionar los fenómenos de la existencia y los acontecimientos, para que tus formas de seguridad sean aquellas que proporcionan bienestar, armonía, progreso moral, tranquilidad...
Esa conciencia no es de naturaleza intelectual ni una actividad de los mecanismos cerebrales, sino la fuerza que los impulsa, porque ha nacido con las experiencia evolutivas, exteriorizándose en forma de acciones.
La encontramos en personas incultas intelectualmente, y ausente en otras que son portadoras de conocimientos académicos.
Si analizamos la conducta de un especialista en problemas respiratorios,que conoce intelectualmente los daños provocados por el tabaco, por el alcohol y otras drogas adictivas, y que a pesar de eso utiliza alguno de dichos flagelos, significa que aún no logro la conquista de su conciencia. Sus datos culturales son tan frágiles que no dispone de valor para fomentar en sí mismo una conducta saludable.
Por extensión, la persona que comete un crimen del aborto -bajo falsos argumentos legales o reclamando derechos que cree poseer-, así como todos aquellos que los promueven o ejecutan, incurren en la misma falta de conciencia, pues se comportan bajo la acción del instinto y, a veces, de la astucia y la comodidad disfrazadas de inteligencia.
Otros individuos, a pesar de que no tienen conocimiento intelectual, poseen lucidez para actuar ante los desafíos de la existencia, y eligen el comportamiento no agresivo y digno, incluso con la contribución del sacrificio.
La conciencia puede ser entrenada mediante ejercicios de los valores morales elevados, que tienen por objetivo el bien del prójimo y, por consiguiente, el bien propio.
El esfuerzo para adquirir hábitos saludables conduce a la concientización de los deberes y de las responsabilidades pertinentes a la vida.
Heredero de sí mismo, de las experiencias pasadas, el ser evoluciona por etapas en las que adquiere nuevos recursos, corrige errores anteriores y suma conquistas. Jamás retrocede en ese proceso, aunque reencarne entre las paredes de enfermedades que limitan el cuerpo, la mente o la emoción, generando tormentos. Los logros evolutivos permanecen adormecidos hasta que en futuros proyectos se manifiestan con lucidez.
La adquisición de la conciencia es el desafío de la vida que merece examen, consideración y trabajo.
Tu existencia terrena puede ser considerada una empresa que debes dirigir en forma segura, lo mas cuidadosamente posible.
Tendrás que trabajar con algunos datos concretos y con otros más abstractos en el área de la programación de actividades, a fin de alcanzar el éxito. El empeño y la dedicación se transformarán en mecanismos para obtener ganancias, a los que siempre podrás recurrir durante las situaciones difíciles.
Algunas breves reglas te ayudarán en el desempeño de tu emprendimientos:
Administra tus conflictos. El conflicto psicológico es inherente a la naturaleza humana, y todos lo sufren.
Evita elegir hombres-modelo para seguir. Ellos también son vulnerables a las mismas presiones que tú experimentas y, a veces, se comprometen, lo que en modo alguno debe constituir una falta de estímulo para ti.
Concédete una mayor dosis de confianza en tus valores, dignificándote con el esfuerzo para mejorar siempre y sin desánimo. Si te equivocas, vuelve a intentarlo; y si aciertas, sigue adelante.
No evites enfrentar los problemas usando expedientes falsos, comprometedores, que te sorprenderán más tarde con dependencias infelices.
Reacciona contra la depresión, trabajando sin auto-compasión ni comodismo perezoso.
Ten en mente que tus problemas no son los peores; tienen el peso y el volumen que tú les atribuyes.
Libérate de la queja pesimista y medita más en las fórmulas para preservar y producir.
Nunca cedas espacio a la hora vacía, que se llena de tedio, malestar y turbación.
Lo que hagas, hazlo bien, con dedicación.
Recuerda que eres humano, que el proceso de concientización es lento, y que adquirirás seguridad y lucidez a través de la acción continua.
Evita elegir hombres-modelo para seguir. Ellos también son vulnerables a las mismas presiones que tú experimentas y, a veces, se comprometen, lo que en modo alguno debe constituir una falta de estímulo para ti.
Concédete una mayor dosis de confianza en tus valores, dignificándote con el esfuerzo para mejorar siempre y sin desánimo. Si te equivocas, vuelve a intentarlo; y si aciertas, sigue adelante.
No evites enfrentar los problemas usando expedientes falsos, comprometedores, que te sorprenderán más tarde con dependencias infelices.
Reacciona contra la depresión, trabajando sin auto-compasión ni comodismo perezoso.
Ten en mente que tus problemas no son los peores; tienen el peso y el volumen que tú les atribuyes.
Libérate de la queja pesimista y medita más en las fórmulas para preservar y producir.
Nunca cedas espacio a la hora vacía, que se llena de tedio, malestar y turbación.
Lo que hagas, hazlo bien, con dedicación.
Recuerda que eres humano, que el proceso de concientización es lento, y que adquirirás seguridad y lucidez a través de la acción continua.
Interesado en descifrar los enigmas del comportamiento humano, Allan Kardec indagó a los Benefactores y Guías de la Humanidad, según se lee en El libro de los Espíritus, párrafo 621:
-¿Dónde está escrita la ley de Dios?
- En la conciencia. - Respondieron con sabiduría.
La conciencia es el nivel elevado al que debes acceder a fin de avanzar rumbo a la angelitud.
Un abrazo fraterno.
AMOR FRATERNAL