COMPORTAMIENTO ESPÍRITA - Jaci Regis
"La propuesta del Espiritismo relativa al comportamiento es dinámica. Eso significa, objetivamente, que el Espiritismo no nos sugiere cualquier modo de actuar que se exprese antinaturalmente o que suponga una posición alienada, o sea alejada de la realidad y transferida al más allá."
"Es de André Luiz, por medio de Francisco Cándido Xavier, la frase: "El hombre para ayudar al presente, está obligado vivir en el futuro de la raza". Esta afirmación, incisiva y objetiva, puede también encontrarse en los versos de Geraldo Vandré:
"Quién sabe actúa ya.
No espera el acontecer".
Tanto en una como en otra afirmación, vemos una invitación para que la conciencia del hombre se manifieste plenamente, en la construcción de su destino."
"...el Espiritismo concibe al hombre como una unidad compleja en la cual, no obstante ser soberano, bajo el punto de vista esencial, el espíritu participa de las contingencias de la encarnación física. Por eso un cuerpo deficitario, mal nutrido, sometido a la acción depredatoria del ambiente, tenderá a crear condiciones adversas a la libre expansión de la inteligencia, del espíritu. Tanto como las presiones sociales, sean políticas, aconómicas o de cualquier otra especie, manteniendolo sumergido, indeciso, amedrentado, infeliz."
"La libertad es pues esencial para que ello se concrete. Eso está colocado naturalmente dentro de la concepción espírita del crecimiento del espíritu, a partir de la simplicidad y de la ignorancia. El libre albitrio es una pieza indispensable, fundamental, para el proyecto de crecimiento individual y colectivo.
El libre albedrío significa para el espíritu la posibilidad de optar entre variables, ejerciendo el derecho de elegir y ejercitar la voluntad como garantía del poder para obrar su decisión, ahora bien, todas esas actitudes solo se harán efectivas a partir de una base de conocimiento del porqué, de las razones de un sonsitente objetivo para la vida.
La capacidad de modificación está directamente relacionada con aquella realidad, sólo se cambia cuando no se esta satisfecho con lo que se tiene o donde uno se encuentra y desde que se hallen opciones atrayentes, que satifagan las necesidades que en el momento aprarezcan como las más urgentes.
El verdadero cambio supone dos periodos: el primero es el de la decisión, la cual es instantánea, definidira. A veces fruto de una lenta maduración y tambien de innumerables experiencias negativas. Pero cuando aparece es tajante, nada decide mudar imprevistamente.
El segundo estadio es el de la concreción. Ese sí puede ser demorado, porque la decisión de cambiar no transforma lo que es en lo que deseamos que sea. dicha modificación sigue un camino, una secuencia mas o menos larga, conforme sea el poder de ejecución desarrollado en el interior de cada uno.
Si bien es verdad que todo crecimiento es solitario, en el sentido de que los mecanismos de opción, elección, desición y poder son exclusivamente personales, intransferibles, que nadie los puede ejercer por otro, también es evidente que tal crecimiento solo puede ser ejercido solidariamente; porque nadie progresa en sí mismo pero sí relacionado con los demás."
"Hay una cierta unanimidad en considerar los tiempos actuales como sin precedentes en al historia de la humanidad, debido a la multiplicidad de las opciones y oportunidades que devienen de la destrucción de las bases en que la sociedad venía apoyándose en los últimos milenios.
Ese espacio vacío, esa indefinición que sigue a la negación de lo que antes parecía tan sólido, provoca una apertura de ideas y opiniones y permite que cada uno se defina, encuentre sus objetivo y luche por él. Quienes no hallan dicho objetivo y por tal razpon no tienen bandera de lucham se precipitan en el desequilibrio mas evidente, sea cultivando las sensaciones periféricas, en desesperada tentativa por ahogar ese vacío, o sumergiéndose en fugas alienantes.
La primera lección comportamental del Espiritismo es que debemos librarnos de la angusria de la perfección, a fin de que podamos plantearnos nuestra propia imperfección.
Sin esa precaución caeríamos fácilmente en la trampa de la presunción o en el desánimo ante la tarea a ser ejecutada, o sea, la ejecución del cambio decidido. Solo conviviendo con la realidad de nuestra imperfección, asumiéndola, es que podremos luchar por transformarla en estados gradualmente mas equilibrados.
Lo importante es haber tomado la decisión. Saber que no existe una hora final preestablecida, pero sí una hora decisiva, que cada uno percibe y asume. Debe destacarse, por los demás que una determinación que no suponga cambio es falsa, porque ella sólo es cierta cuando se concreta en comportamientos adecuados."
"Hablamos de la soledad en que cada uno toma su desición y de la solidaridad que envuelve su ejecución. De allí la avidencia de que las personas afines formen grupos de opinión que, naturalemte, pasan a ejercer alguna presión social.
Los espíritas forman, ciertamente, un grupo social de presión. A través de comportamientos que evidencian una visión propia, definida, de su doctrina con respecto al hombre y la vida, esa presión es percibida por los demás grupos. Dicha visión es específica en el sentido de que si bien inserta y actuando en lo cotidiano, se manifiesta dialécticamente, o sea, se coloca como síntesis en el conflicto de las constradicciones espiritualistas y materialistas, personificandose, identificandose.
Es diferente porque es espírita.
Si no hubiese una identificación capaz de señalar "ese es espírita", "ese no es espírita", entonces el Espiritismo no habria significado contribución alguna y se diluiría, como una secta más, como una forma particular de culto o de fantasía religiosa.
La cuestión es evidente: solo la irradiación de núcleos de personas que se manifiestan en la vida empiricamente, mostrando la naturaleza de la filosofía de vida del Espiristismo, se constituirán en elemento de presión.
Ahora, esas ectitudes no significan mera postura social, un estereotipo, un modelo rígido. Alli reside el punto crucial de la cuestión: ser diferente en forma natural, no por excentricidad, miedo, omisión o distorisón. Ser diferente porque se ve, siente, percibe y vive bajo un enfoque propio y definido. Y al mismo tiempo, guardando apertura para la conquista de nuevos valores. Y, lo que mucho importa, sin asumir posiciones de juzgamiento o de condenación.
El comportamiento típicamente espírita tendrá que ser auténtico, esto es, exteriorizará posiciones y sentimientos interiores, manteniendo la certeza de que sus conocimientos y sensibilidad están en transición en la tentativa de pasar de un nivel inferior a otro superior, sucesivamente.
Esta transición es la parte penosa del proceso de transformación, porque hay tendencia a querer una mudanza súbita, instantánea. Pero al sumirla basada en una filosofía de vida firme y racional, capaz de "enfrentar la razón en cualquier época de la humanidad", se torna menos aflictiva."
"La espiritización significa para el individuo que él asume por entero su cuerpo, sus horas, su inteligencia, su sentimiento. Es un descubrimiento que amplifica las propias dimensiones personales. Es como si se desenvolviesen facultades extrasensoriales cpaces de dar a las percepciones ordinarias una estructuración nueva, penetrando niveles de realidad no abordados anteriormente. Es como si consiguiese escudriñar los territorios de su espiritualidad.
Repetimos que esto no es un proceso de sublimación sino de crecimiento tan equilibrado cuanto sea posible, de las fuerzas intelectivas y del sentimiento. Imponiéndose por cierto, disciplina de la voluntad, cultivo de la razón y acción práctica. En fin, una intensa particiapción, una salida del "yo" para la integración emotiva con el otro, con el mundo.
Sería, usando expresiones filosóficas, pasar de la condición de "hombre del mundo" a la del "hombre en el mundo".
Un abrazo fraterno.
AMOR FRATERNAL.
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