jueves, 21 de mayo de 2015

LA TOLERANCIA

La tolerancia es el respeto y la aceptación de los demás, con sus virtudes y defectos; es la aprobación de la diversidad de culturas, religiones y de cualquiera de nuestras formas de expresión como personas civilizadas.

La tolerancia posibilita ostentar una mente y una actitud abiertas, y la libre comunicación de nuestros pensamientos y sentimientos.

Ser tolerantes no denota ser condescendiente, no significa dejar que nos humillen, ni quiere decir que seamos permisivos con las injusticias. Tolerancia es reconocer el derecho que cada ser humano tiene de expresar cómo se siente, como quiere vivir y cómo percibe el mundo que lo rodea. Significa respetar los valores fundamentales de las personas y reconocer dichos valores en cada una de ellas.

Los seres humanos poseen pleno derecho a vivir en paz y a ser como decidan, sin que nadie le imponga sus opiniones y estilos de vida.

El mundo actual, en el que la tolerancia cobra mucha más fuerza y vigencia, la globalización y la comunicación viabilizan una gran apertura en las migraciones y éstas provocan desencuentros, muchos de ellos de gran intensidad. La diversidad ha sustituido a los modelos sociales y es algo que, con el tiempo, debería ser asimilado y aceptado.

Cotidianamente observamos como la intolerancia incrementa la diferencia entre las personas y los conflictos, que van desde los mas simples hasta los mas complejos, crecen sin que nadie pueda hacer mucho por evitarlos. Sin embargo es conveniente comenzar a practicar la tolerancia en pequeños grupos, que irán creciendo hasta conseguir la fusión entre ellos. La cuestión es comenzar.

Resulta sumamente imperioso detener la vorágine de sucesos y hacer un esfuerzo para fomentar la tolerancia, la solidaridad, la humanidad y el pensamiento abierto. Pero debe hacerse en todos los estamentos, desde el hogar hasta donde llegue la influencia de cada uno. Es preciso tomar plena consciencia acerca del peligro que representa la pérdida de los valores.

Existen muchas premisas a tener en cuenta en la elevación de los niveles de tolerancia, una de las que más cerca están es la que expresa que los derechos de uno terminan donde comienzan los derechos de otro. Es primordial que la tolerancia se base en el hecho de que nadie es dueño de la verdad absoluta, pues lo que para unos puede significar algo, es posible que varíe para otros.

Para la vida en sociedad, es muy importante  ser tolerantes porque brinda la posibilidad de hallar el camino hacia la felicidad y realización personal, permite visualizar  el modo de lograr la libertad. Implica plantearse una nueva manera de vivir, en armonía y paz con todos y con nosotros mismos. La tolerancia debe ser una práctica interactiva entre todos para que tenga sentido. Debe ser una gran cadena con eslabones muy firmes.

Respetar las opiniones o prácticas de los demás, sobre todo cuando son diferentes a las nuestras, es tolerancia y, tal vez, lo único que nos hace falta para ser felices es practicarla.

Tomado de: http://formacioneneticayvaloreshumanos.blogspot.com.ar/2013/10/la-tolerancia.html

Cuento Chino: La tolerancia.

Hace mucho tiempo, una joven China llamada Li se casó y fue a vivir con el marido y la suegra. Después de algunos días, no se entendía con ella. Sus personalidades eran muy diferentes y Li fue irritándose con los hábitos de la suegra, que frecuentemente la criticaba. Los meses pasaron y Li y su suegra cada vez discutían mas y peleaban. 

De acuerdo con una antigua tradición china, la nuera tiene que cuidar a la suegra y obedecerla en todo. Li, no soportando mas vivir con la suegra, decidió tomar una decisión y visitar a un amigo de su padre. 
Después de oírla, él tomó un paquete de hierbas y le dijo: "No deberás usarlas de una sola vez para liberarte de tu suegra, porque ello causaría sospechas. Deberás darle varias hierbas que irán lentamente envenenando a tu suegra. Cada dos días pondrás un poco de estas hierbas en su comida. Ahora, para tener certeza de que cuando ella muera nadie sospechará de ti, deberás tener mucho cuidado y actuar de manera muy amable. No discutas, ayúdala a resolver sus problemas. Recuerda, tienes que escucharme y seguir todas mis instrucciones". Li respondió: "Sí, Sr. Huang, haré todo lo que el señor me pida". 

Li quedó muy contenta, agradeció al Sr. Huang, y volvió muy apurada para comenzar el proyecto de asesinar a su suegra. Pasaron las semanas y cada dos días, Li servía una comida especialmente tratada a su suegra. Siempre recordaba lo que el Sr. Huang le había recomendado sobre evitar sospechas, y así controló su temperamento, obedecía a la suegra y la trataba como si fuese su propia madre. 

Después de seis meses, la casa entera estaba completamente cambiada. Li había controlado su temperamento y casi nunca la aborrecía. En esos meses, no había tenido ni una discusión con su suegra, que ahora parecía mucho más amable y más fácil de lidiar con ella. Las actitudes de la suegra también cambiaron y ambas pasaron a tratarse como madre e hija. 

Un día Li fue nuevamente en procura del Sr. Huang, para pedirle ayuda y le dijo: "Querido Sr. Huang, por favor ayúdeme a evitar que el veneno mate a mi suegra. Ella se ha transformado en una mujer agradable y la amo como si fuese mi madre. No quiero que ella muera por causa del veneno que le di". El Sr. Huang sonrió y señaló con la cabeza: "Sra. Li, no tiene por que preocuparse. Su suegra no ha cambiado, la que cambió fue usted. Las hierbas que le dí, eran vitaminas para mejorar su salud. El veneno estaba en su mente, en su actitud, pero fue echado fuera y sustituido por el amor que pasaste a darle a ella". 

En la China existe un adagio que dice:

"La persona que ama a los otros, también será amada". 

La mayor parte de las veces recibiremos de las otras personas lo que le damos. Acuérdate siempre: 

"El plantar es opcional, pero la cosecha es obligatoria, por eso ten cuidado con lo que plantas".







AMOR FRATERNAL

viernes, 15 de mayo de 2015

LA CONCIENCIA DEL AMOR

EL AMOR



Las más importantes transformaciones del alma se logran mediante el desarrollo del amor, porque el amor es la esencia-madre, la esencia generadora de vida. No sin razón el apóstol Juan dijo que "Dios es amor". Todos los restantes elementos susceptibles de desarrollo se hallan también al abrigo de la ley de amor en el universo, "ley suprema de la conciencia" que comanda al mismo tiempo el destino de los pueblos y de las galaxias. El comportamiento de los seres angelicales guarda relación con esa ley suprema del Creador. Si así no fuera, no habrían alcanzado en su desenvolvimiento una condición tan elevada. Incluso la palabra filosofía que comúnmente se traduce como "amor a la sabiduría" fue sensatamente modificada por Platón como "la sabiduría del amor", la grande y notable sabiduría del universo. Nuestra conciencia en cuanto al amor se desarrolla con el paso del tiempo.

a) Animalidad - Humanidad

A medida que toma distancia de la animalidad, el ser humano alcanza dimensiones espirituales más elevadas, y las energías que lo componen adquieren frecuencias más sutiles que hacen posible su adaptación a las leyes naturales. Nos referimos a la adquisición gradual de elementos que brotan en el área de los sentimientos. Se trata de fuerzas intuitivas que inician un proceso de sensibilización, de afectividad humana. André Luiz expreso que "el instinto sexual es el amor en proceso de expansión en el tiempo". El espíritu se modifica y adquiere elementos más nobles por el impulso de una energía motriz de elevada trascendencia: el amor en expansión. El predominio de la naturaleza animal sobre la espiritual es el que impele al hombre al comportamiento bárbaro, al egoísmo, en fin, al empobrecimiento humano. Los deseos y las pasiones desenfrenadas atrapan a las criaturas en el lodazal creado por los instintos carentes de educación. Hoy mismo, en nuestra sociedad existen espíritus en esa fase del comando instintivo, de ahí las imprudencias de todo orden de que tenemos noticias.

b) Instintos - Sentimientos

El progreso de la conciencia lleva implícito el suficiente conocimiento de la ley del amor para que ese progreso se efectúe con cierta celeridad. El sufrimiento individual igual que el colectivo, ya lo hemos mencionado, deriva de un detalle: ignorancia de la ley del amor. Esa es la ley que impulsa a la evolución de los instintos hacia los sentimientos. Su observancia sacará al hombre del reservorio oscuro y profundo de la animalidad, según decía el filósofo Herculano Pires. Pero mientras ese residuo no desaparezca, el ser humano reincidirá en comportamientos abusivos cargados con restos de animalidad, y buscará satisfacer nada más que las exigencias del SER CORPORAL, en lugar de las del SER ESPIRITUAL.
De modo que el amor-instinto de los salvajes se depura comandado por la razón naciente, y en esa conjunción de razón con afectividad, el sentimiento del amor adquiere una estructura, y va arrancando al hombre de la animalidad hasta elevarlo a la condición humana de los sentimientos mas elevados.

LA LEY DEL AMOR

El empobrecimiento del vocabulario en nuestros días es otro de los parámetros que reflejan la condición humana en que nos encontramos. La palabra AMOR no goza de gran respeto: todavía es aplicada sin la elevación espiritual que se debiera.
Rescatar su importancia, su pureza, su trascendencia, es la meta que debemos alcanzar. Sin ingenuidad, sin sensiblería; basados en la estructura y en la fuerza de la ley cósmica fundamental para la conquista de la felicidad social del planeta. Solamente la unión de las diversas áreas del conocimiento (ciencia, filosofía, religión) dará las condiciones plenas para que el hombre conozca la ley de amor y la respete. Incluso para su propio bien.
Allan Kardec dedicó un capítulo de El Evangelio según el Espiritismo al amor. Lleva por título "Amar al prójimo como así mismo". El fundamente de la ley del amor está precisamente ahí: AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y AL PRÓJIMO COMO ASÍ MISMO. Es el sustrato del Evangelio, la esencia de la ley. Jesús resumió toda su doctrina en esa afirmación, tal es su importancia. Tanto es así que Fénelon, cuando se expresa en ese capítulo afirma que las demás virtudes son hijas del AMOR, es decir que las restantes virtudes están impregnadas por la virtud-madre. Cada una de ellas posee una partícula de amor, por eso son virtudes.

Los efectos de la ley del amor se traducen en el mejoramiento de la raza humana y en la felicidad de los hombres durante la vida, así lo establece ese precepto de la constitución divina. Como con todas las leyes, hay quienes la cumplen y quienes la ignoran. Pero estos últimos se olvidan que la ley divina es perfecta y al dejar de cumplirla quedamos sujetos a las sanciones de esa ley: el sufrimiento. No existe otro camino más que el preconizado por el Amaos. No existe. Fuera de él el hombre se perderá, y el dolor producido en esa ruta transversal lo volverá a conducir a la dirección establecida por el amor. El individuo no soportará vivir eternamente fuera de la ley del amor, porque es inherente a su condición el deseo de felicidad, y la felicidad habrá de lograrse exclusivamente por esa vía de acceso. No en vano el Espíritu de Verdad, en el capítulo VI del libro ya citado, manifestó: "Espiritas amaos, ése es el primero de preceptos, instruíos, ése es el segundo". La conjunción de ambos conceptos ofrece al espíritu las condiciones para la conquista de su plenitud. Es equivalente al cultivo de una simiente para que llegue a producir los frutos de la sabiduría y del amor. Lázaro, en el Evangelio expresó que "el espíritu necesita cultivo, igual que un campo"; requiere el trabajo diario hasta que empiece a producir, para su progreso y el dela sociedad donde se desenvuelve.

Texto extraído de: Educación de los Sentimientos - Jason de Camargo

Un abrazo fraterno.
AMOR FRATERNAL