La tolerancia es el respeto y la aceptación de los demás, con sus virtudes y defectos; es la aprobación de la diversidad de culturas, religiones y de cualquiera de nuestras formas de expresión como personas civilizadas.
La tolerancia posibilita ostentar una mente y una actitud abiertas, y la libre comunicación de nuestros pensamientos y sentimientos.
Ser tolerantes no denota ser condescendiente, no significa dejar que nos humillen, ni quiere decir que seamos permisivos con las injusticias. Tolerancia es reconocer el derecho que cada ser humano tiene de expresar cómo se siente, como quiere vivir y cómo percibe el mundo que lo rodea. Significa respetar los valores fundamentales de las personas y reconocer dichos valores en cada una de ellas.
Los seres humanos poseen pleno derecho a vivir en paz y a ser como decidan, sin que nadie le imponga sus opiniones y estilos de vida.
El mundo actual, en el que la tolerancia cobra mucha más fuerza y vigencia, la globalización y la comunicación viabilizan una gran apertura en las migraciones y éstas provocan desencuentros, muchos de ellos de gran intensidad. La diversidad ha sustituido a los modelos sociales y es algo que, con el tiempo, debería ser asimilado y aceptado.
Cotidianamente observamos como la intolerancia incrementa la diferencia entre las personas y los conflictos, que van desde los mas simples hasta los mas complejos, crecen sin que nadie pueda hacer mucho por evitarlos. Sin embargo es conveniente comenzar a practicar la tolerancia en pequeños grupos, que irán creciendo hasta conseguir la fusión entre ellos. La cuestión es comenzar.
Resulta sumamente imperioso detener la vorágine de sucesos y hacer un esfuerzo para fomentar la tolerancia, la solidaridad, la humanidad y el pensamiento abierto. Pero debe hacerse en todos los estamentos, desde el hogar hasta donde llegue la influencia de cada uno. Es preciso tomar plena consciencia acerca del peligro que representa la pérdida de los valores.
Existen muchas premisas a tener en cuenta en la elevación de los niveles de tolerancia, una de las que más cerca están es la que expresa que los derechos de uno terminan donde comienzan los derechos de otro. Es primordial que la tolerancia se base en el hecho de que nadie es dueño de la verdad absoluta, pues lo que para unos puede significar algo, es posible que varíe para otros.
Para la vida en sociedad, es muy importante ser tolerantes porque brinda la posibilidad de hallar el camino hacia la felicidad y realización personal, permite visualizar el modo de lograr la libertad. Implica plantearse una nueva manera de vivir, en armonía y paz con todos y con nosotros mismos. La tolerancia debe ser una práctica interactiva entre todos para que tenga sentido. Debe ser una gran cadena con eslabones muy firmes.
Respetar las opiniones o prácticas de los demás, sobre todo cuando son diferentes a las nuestras, es tolerancia y, tal vez, lo único que nos hace falta para ser felices es practicarla.
Tomado de: http://formacioneneticayvaloreshumanos.blogspot.com.ar/2013/10/la-tolerancia.html
Cuento Chino: La tolerancia.
Hace mucho tiempo, una joven China llamada Li se casó y fue a vivir con el marido y la suegra. Después de algunos días, no se entendía con ella. Sus personalidades eran muy diferentes y Li fue irritándose con los hábitos de la suegra, que frecuentemente la criticaba. Los meses pasaron y Li y su suegra cada vez discutían mas y peleaban.
De acuerdo con una antigua tradición china, la nuera tiene que cuidar a la suegra y obedecerla en todo. Li, no soportando mas vivir con la suegra, decidió tomar una decisión y visitar a un amigo de su padre.
Después de oírla, él tomó un paquete de hierbas y le dijo: "No deberás usarlas de una sola vez para liberarte de tu suegra, porque ello causaría sospechas. Deberás darle varias hierbas que irán lentamente envenenando a tu suegra. Cada dos días pondrás un poco de estas hierbas en su comida. Ahora, para tener certeza de que cuando ella muera nadie sospechará de ti, deberás tener mucho cuidado y actuar de manera muy amable. No discutas, ayúdala a resolver sus problemas. Recuerda, tienes que escucharme y seguir todas mis instrucciones". Li respondió: "Sí, Sr. Huang, haré todo lo que el señor me pida".
Li quedó muy contenta, agradeció al Sr. Huang, y volvió muy apurada para comenzar el proyecto de asesinar a su suegra. Pasaron las semanas y cada dos días, Li servía una comida especialmente tratada a su suegra. Siempre recordaba lo que el Sr. Huang le había recomendado sobre evitar sospechas, y así controló su temperamento, obedecía a la suegra y la trataba como si fuese su propia madre.
Después de seis meses, la casa entera estaba completamente cambiada. Li había controlado su temperamento y casi nunca la aborrecía. En esos meses, no había tenido ni una discusión con su suegra, que ahora parecía mucho más amable y más fácil de lidiar con ella. Las actitudes de la suegra también cambiaron y ambas pasaron a tratarse como madre e hija.
Un día Li fue nuevamente en procura del Sr. Huang, para pedirle ayuda y le dijo: "Querido Sr. Huang, por favor ayúdeme a evitar que el veneno mate a mi suegra. Ella se ha transformado en una mujer agradable y la amo como si fuese mi madre. No quiero que ella muera por causa del veneno que le di". El Sr. Huang sonrió y señaló con la cabeza: "Sra. Li, no tiene por que preocuparse. Su suegra no ha cambiado, la que cambió fue usted. Las hierbas que le dí, eran vitaminas para mejorar su salud. El veneno estaba en su mente, en su actitud, pero fue echado fuera y sustituido por el amor que pasaste a darle a ella".
En la China existe un adagio que dice:
"La persona que ama a los otros, también será amada".
La mayor parte de las veces recibiremos de las otras personas lo que le damos. Acuérdate siempre:
"El plantar es opcional, pero la cosecha es obligatoria, por eso ten cuidado con lo que plantas".
AMOR FRATERNAL