sábado, 16 de marzo de 2013

HAY MUCHAS MORADAS EN LA CASA DE MI PADRE





DIFERENTES ESTADOS DEL ALMA EN LA ERRATICIDAD:  

  • LA CASA DEL PADRE ES EL UNIVERSO: Este enunciado pretende ubicarnos de manera distinta primero como hombres luego como consecuencia como Espíritus encarnados. Esta nueva idea nos vuelve a relacionar con la primera y fundamental idea de que cuerpo y alma existen de forma separada e individual. Despojando al Espíritu de la envoltura corporal lo convertimos en un ser libre con posibilidades de expansión infinita. 
 
  • LAS DIFERENTES MORADAS SON LOS MUNDOS QUE CIRCULAN EN EL ESPACIO INFINITO Y OFRECEN A LOS ESPÍRITUS ENCARNADOS ESTANCIAS APROPIADAS A SU ADELANTAMIENTO: Aquí vemos como el Espíritu posee infinitas posibilidades de progreso, para su evolución moral e intelectual. Kardec nos explica también que, independientemente de esta interpretación  también podemos entender estas palabras como las diferentes estancias felices o desgraciadas del Espíritu en la erraticidad, esto es las percepciones que experimenta y posee según este más o menos purificado y desprendido de los lazos materiales. Coincidentemente con ello algunos estudios dicen que nosotros vivimos la realidad de diferentes forma, cada uno con la capacidad que tiene para comprenderla, no es sencillo de explicar y comprender una idea como esta pero no es menos interesante e importante que la que nosotros manejamos a menudo cuando decimos que el Espíritu una vez desencarnado circula y se relaciona con los estados materiales y espirituales que su grado de adelanto le permiten, ello hoy traducido a nuestra realidad como Espíritus encarnados no difiere mucho. 

DIFERENTES CATEGORÍAS DE MUNDOS HABITADOS:

  • LOS DIFERENTES MUNDOS ESTÁN EN CONDICIONES MUY DIFERENTES LOS UNOS DE LOS OTROS, EN CUANTO AL GRADO DE ADELANTO O DE INFERIORIDAD DE SUS HABITANTES: Esta, es una imagen no muy difícil de lograr, pensemos en los primeros habitantes que estuvieron en este planeta, su forma física, su intelectualidad, su sociabilidad y podremos hacernos una idea de los inicios del hombre y su desarrollo primitivo, luego, imaginemos nuestro mundo en la época de los emperadores hasta la época de los reyes donde la encarnación de algunos Espíritus un poco mas adelantados o muy adelantados en aspectos intelectuales pero sin adelanto moral hizo como quien dice pegar un salto a esta humanidad desarrollando técnicas, diseñando recursos materiales que nos permitieron evolucionar materialmente, miremos nuestros templos, edificios públicos, iglesias, jardines y sistemas completos de organización urbana que hicieron que nuestras relaciones con nuestros pares y nuestro entorno comenzaran a ser mas armónicas. Armónicas en el sentido material aún, con los primeros indicios de una búsqueda de verdad y justicia que ordene y contenga la sociedad, pero aún carente de un trasfondo moral adecuado. Luego, miremos hoy nuestra sociedad donde nuestro Espíritu casi no realiza esfuerzos para conseguir y saciar sus demandas materiales debido al gran avance industrial y tecnológico con el que hoy contamos, pero aún carecemos de la necesidad de una búsqueda espiritual, de una justificación de semejantes emprendimientos, donde el fin no sea solo una posesión material, un mero desarrollo de nuestras vanidades y soberbios pensamientos avalados por nuestros estados de egoísmo y orgullo. 
Pero prosigamos estudiando lo que Kardec investigo sobre los diferentes mundos que debemos transitar.

  1. MUNDOS INFERIORES: La existencia es enteramente material, las pasiones imperan soberanamente, la vida moral es casi nula.
  2. MUNDOS INTERMEDIOS: Hay mezcla del bien y de mal, predominio del uno y del otro, según el grado de adelanto.

Si bien no puede hacerse una clasificación exacta y absoluta de los diferentes mundos habitados, sin embargo se hace atendiendo a su estado y a su destino y basándose en sus matices más marcados; a saber: 


  • MUNDOS PRIMITIVOS: destinados a las primeras encarnaciones del Espíritu.
  • MUNDO DE EXPIACIÓN Y DE PRUEBA: en donde el mal domina.
  • MUNDO REGENERADORES: en donde las almas que aún no tienen que expiar adquieren nueva fuerza, descansando de las fatigas de la lucha.

  •  MUNDOS FELICES: en donde el bien sobrepuja al mal, y,

  • MUNDOS CELESTES O DIVINOS: morada de los Espíritus Purificados, en donde el bien reina sin mezcla alguna.

La Tierra pertenece a la categoría de los mundos de expiación y de prueba.
 



DESTINO DE LA TIERRA. CAUSAS DE LAS MISERIAS HUMANAS.


Muchas veces miramos a nuestros alrededor y vemos las miserias, los sufrimientos y tormentos que muchos padecen y pensamos que injusta es la vida, que Dios no es justo por los que nos toca vivir o vemos que otros viven y evaluamos por ello que este es un planeta sombrío donde la felicidad no tiene lugar, y creemos también cuando elevamos nuestra mirada hacia el Universo que nos rodea que si hay algún otro mundo habitado seguramente es igual al nuestro o en todo caso fantaseamos con que estarán mas adelantados tecnológicamente que nosotros, pero rara vez nos imaginamos un mundo superior donde la injusticia, la mezquindad, los actos de intolerancia y demás acciones que vemos a diario puedan no ser moneda corriente, no nos imaginamos un mundo de tolerancia, comprensión y solidaridad donde el deseo de progreso no sea un deseo material sino un deseo de progreso moral individual y colectivo, y ello nos ocurre porque, porque como dijimos al principio no podemos entender lo que aún no estamos capacitados para comprender. 
Pero  esos mundos existen y nuestros anhelos a ellos deben ser dirigidos así nuestro Espíritu encontrara consuelo en el diario vivir y sufrir y así podremos comprender que a cada uno lo toca lo que hoy lo hace progresar y evolucionar y si hoy habitamos un mundo de expiación y de prueba es porque somos responsables de nuestros actos, pensamientos y sentimientos y debemos purificarnos y alcanzar los mayores objetivos, debemos ser concientes de nuestro lugar en este mundo, en este universo y como todos trabajamos en conjunto para el progreso individual y colectivo. Nuestra existencia tiene una razón de ser y de nuestra mayor o menos aceptación de la misma saldremos victoriosos de ella o volveremos para repetir nuestra experiencia para así poder transformarla un día en algo positivo para nuestra evolución.


…el progreso es una de las leyes de la naturaleza; todos los seres de la creación animados e inanimados están sometidos a la bondad de Dios, que quiere que todo se engrandezca y prospere. La misma destrucción que a los hombres parece término de las cosas, es solo un medio de llegar por la transformación a un estado mas perfecto, porque todo muere para volver a nacer, y nada vuelve a entrar en la nada.




…la Tierra, siguiendo esta ley, ha estado material y moralmente en una situación inferior a la que hoy esta, y alcanzará, bajo esta noble relación, un grado más avanzado. Ha llegado ya a uno de sus períodos de transformación, en que de mundo de expiación va a pasar a ser un mundo regenerador; entonces los hombres serán en ella felices porque reinará la ley de Dios. (San Agustín, 1862)







 

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