miércoles, 26 de junio de 2013

¿Como debemos recordar a quienes han partido para el mundo espiritual?

El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

Capitulo VI: VIDA ESPIRITISTA

IX.- Conmemoración de los difuntos. Funerales

320. ¿Son sensibles los Espíritus al recuerdo de quienes los amaron en la Tierra?
  • Mucho más de lo que podéis creer. El recuerdo se suma a su felicidad, si son dichosos. Y si son desgraciados, es para ellos un alivio.
321. El día de la conmemoración de los difuntos, ¿tiene algo de más solemne para los Espíritus? ¿Se preparan para venir a visitar a aquellos que deben ir a orar sobre sus despojos?
  • Los Espíritus acuden al llamado del pensamiento, así en ese día como en los otros.
321 a. Esa jornada ¿representa para ellos una cita junto a las sepulturas?
  • En tal fecha son allí más numerosos, porque hay más personas que les llaman. Pero cada cual sólo vienen por sus amigos y no por la multitud de los que le son indiferentes.
321 b. ¿Bajo qué forma acuden allí, y cómo les veríamos si pudieran hacerse visibles?
  • Bajo la forma que se les conoció en vida.
322. Los Espíritus olvidados, cuyas tumbas nadie va a visitar ¿acuden a ellas a pesar de esto, y se acongojan al comprobar que ningún amigo les recuerda?
  • ¿Qué les importa la Tierra? Sólo están ligados a ella por el corazón. Si no está allí el amor, nada más hay que retenga al Espíritu: todo el Universo tiene por delante.
323. La visita a la tumba ¿da al Espíritu mayor satisfacción que una plegaria íntima?
  • La visita a la tumba constituye un modo de demostrar que se piensa en el Espíritu ausente. Es la imagen de él. Ya os dije que la oración santifica el acto del recuerdo. Poco importa el lugar en que se pronuncie, si se lo hace con el corazón.
324. Los Espíritus de las personas a quienes se erigen estatuas o monumentos ¿asisten al acto de inauguración de los mismos, y los ven con placer?
  • Muchos concurren, cuando pueden hacerlo, pero son menos sensibles al honor que se les rinde que al recuerdo que se les dispensa.
325. ¿De dónde puede venir a ciertas personas el deseo de ser sepultadas en determinado sitio más bien que en otro? ¿Vuelven a él con mejor voluntad después de su muerte? Y esa importancia concedida a algo material ¿constituye un signo de inferioridad en el Espíritu?
  • Afección del Espíritu por ciertos lugares: inferioridad moral. Para un Espíritu elevado ¿qué significa un rincón de la Tierra más que otro? ¿No sabe que su alma se reunirá con quienes ama, aun cuando sus huesos estén lejos?
325 a. La reunión de los despojos mortales de todos los miembros de una sola familia ¿debe considerarse como una cosa fútil?
  • No: es una costumbre piadosa y un testimonio de simpatía hacia aquellos a quienes se amó. Si bien esa reunión importa poco a los Espíritus, es útil a los hombres, porque los recuerdos se concentran mejor.
326. Al retornar a la vida espiritual ¿es sensible el alma a los honores que se tributan a sus despojos mortales?
  • Cuando el Espíritu ha llegado a cierto grado de perfección no tiene ya vanidad terrestre y comprende la futilidad de todas esas cosas. Pero debes saber que abundan los Espíritus que, en los primeros momentos posteriores a su muerte material, experimentan gran satisfacción con los honores que se les rinden, o les disgusta la indiferencia con que tratan su envoltura, porque conservan todavía algunos de los prejuicios de la Tierra.
327. ¿Está presente el Espíritu en su funeral?
  • Con mucha frecuencia concurre, pero a veces no se da cuenta de lo que sucede, si se halla aún en estado de turbación.
327 a. ¿Le halaga la asistencia de personas a su entierro?
  • Más o menos, según sea el sentimiento que a esas personas mueva.
328. El Espíritu que acaba de desencarnar ¿va a las reuniones de sus herederos?
  • Casi siempre. Dios así lo quiere, para su propia instrucción y para castigo de los culpables. Allí juzga lo que valían las solemnes declaraciones de los deudos. Para el Espíritu, todos los sentimientos de los asistentes están a la vista, y la desilusión que experimenta al comprobar la rapacidad de aquellos que están repartiéndose sus despojos le ilumina acerca de sus sentimientos: mas a ellos, también, ya les llegará su turno.
329. El respeto instintivo que el hombre, en todos los tiempos y en la totalidad de los pueblos, demuestras sentir por los difuntos ¿es efecto de la intuición que tiene de la vida futura?
  • Es su consecuencia natural. A no ser por ello, ese respeto no tendría sentido. 

AMOR FRATERNAL

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