LA OTRA MIRADA
Diálogos con los Espíritus
Alicia Ristorto - Raúl Drubich
Capitulo II
El concepto de salud mental es difícil de definir porque se trata de un contenido, en gran medida, valorativo.
Las distintas evaluaciones de los síntomas y procesos tanto afectivos como cognitivos y de comportamiento que se utilizan para designar a una persona o grupo social como sano o enfermo, varían según las representaciones sociales y paradigmas científicos dominantes en cada cultura o periodo histórico. Este hecho demuestra la importancia de los valores sociales a la hora de formular una definición de la salud o la enfermedad mental.
Los estudios actuales nos dicen que las causas exactas de los trastornos mentales no ha sido bien comprendidas hasta el momento. En forma general se puede considerar que son el resultado de una combinación de factores genéticos, biológicos, de tipo afectivo, social y familiar, inclusive con casos singulares de influencias de espíritus perturbadores. En general la ciencia no adopta ésta última hipótesis, pero el cúmulo de evidencias que poco a poco van generando el conocimiento de estos mecanismos comienza a sugerir algún tipo de acción de seres espirituales en algunas enfermedades mentales.
Algunos autores consideran erróneo pensar, por ejemplo, que las enfermedades mentales pueden ser causadas por falta de valores, o falta de fuerza de voluntad, es decir que sus orígenes serían ajenos al comportamiento individual y a las decisiones de vida del propio sujeto.
...
No es nuestra intención, en estos trabajos de intercambio con el mundo espiritual, profundizar sobre alguna enfermedad mental en particular, ni definir de manera categórica las causas que la provocan, pues concordamos plenamente con el concepto de pluralidad de factores intervinientes.
Nuestra inquietud se basa fundamentalmente en descubrir las raíces palingenesicas o causas "bases" que predisponen peri-espiritualmente al ser a padecer, en algún momento de su vida o desde el nacimiento, un desequilibrio mental, y lo que es muy importante a los fines prácticos: las formas de prevenirlo o de revertir el proceso.
Muchos son los interrogantes que surgen a la hora de evaluar la vida de un demente, por ejemplo nos preguntamos: ¿Qué aprendizaje en la materia puede tener un espíritu cuyos órganos cerebrales le impiden total o parcialmente recordar, razonar, asociar ideas? ¿Qúe utilidad nos puede dejar una vida con tales características? El espíritu de un demente ¿es capaz de recordar su última existencia?
Invitamos al lector a analizar con detenimiento la historia de vida que presentamos a continuación.
Espíritu que padeció en su última existencia limitaciones físicas que anulaban la capacidad de expresar el pensamiento. Durante toda su vida tuvo conciencia de su enfermedad y de su entorno. La rebeldía hacia su condición humana, le generaba estados depresivos.
Una de las razones de su última planificación espiritual, se vincula con una existencia anterior que lo muestra con un individualismo exacerbado, producto de la obsesión por el propio cuerpo.
El guía pide a cada uno de los asistentes que realice una valoración del propio cuerpo. A través de este mecanismo el es´piritu podrá llegar a ese pasado y así entender la relación que existe entre ambas vidas.
DIR.: ¿Puedes relacionar esas dos vidas?
La intensa rebeldía del espíritu solo permite que llegue una pequeña claridad a sus pensamientos. Para que esta luz se intensifique, es necesario llevar al espíritu a reconocer que las dos personas que lo cuidaron vienen de existencias anteriores creando una proximidad entre ellos. Sus padres fueron hijos abandonados por este espíritu en otra vida.
DIR.: Tus padres se vinculan con una relación del pasado...
VIDENCIA: el espíritu recién en este momento pudo atisbar que su individualismo desmedido le dejó, como saldo, una inercia en su última vida.
DIR.: ¿Comprendes?
VIDENCIA: Recién ahora el espíritu puede observar a la asistencia y comienza a sensibilizarse. Su rebeldía se transforma en dolor moral (un estado de remordimiento). El protector agradece el cambio porque le permite al espíritu avanzar más.
Para reflexionar:
Este trabajo nos ha mostrado que el individualismo exacerbado es un camino hacia la desvinculación. Nuevamente observamos sus consecuencias, soledad y desequilibrio mental. Una vida egoísta se asocia con futuras dependencias físicas, familiares y sociales.
AMOR FRATERNAL
Las distintas evaluaciones de los síntomas y procesos tanto afectivos como cognitivos y de comportamiento que se utilizan para designar a una persona o grupo social como sano o enfermo, varían según las representaciones sociales y paradigmas científicos dominantes en cada cultura o periodo histórico. Este hecho demuestra la importancia de los valores sociales a la hora de formular una definición de la salud o la enfermedad mental.
Los estudios actuales nos dicen que las causas exactas de los trastornos mentales no ha sido bien comprendidas hasta el momento. En forma general se puede considerar que son el resultado de una combinación de factores genéticos, biológicos, de tipo afectivo, social y familiar, inclusive con casos singulares de influencias de espíritus perturbadores. En general la ciencia no adopta ésta última hipótesis, pero el cúmulo de evidencias que poco a poco van generando el conocimiento de estos mecanismos comienza a sugerir algún tipo de acción de seres espirituales en algunas enfermedades mentales.
Algunos autores consideran erróneo pensar, por ejemplo, que las enfermedades mentales pueden ser causadas por falta de valores, o falta de fuerza de voluntad, es decir que sus orígenes serían ajenos al comportamiento individual y a las decisiones de vida del propio sujeto.
...
No es nuestra intención, en estos trabajos de intercambio con el mundo espiritual, profundizar sobre alguna enfermedad mental en particular, ni definir de manera categórica las causas que la provocan, pues concordamos plenamente con el concepto de pluralidad de factores intervinientes.
Nuestra inquietud se basa fundamentalmente en descubrir las raíces palingenesicas o causas "bases" que predisponen peri-espiritualmente al ser a padecer, en algún momento de su vida o desde el nacimiento, un desequilibrio mental, y lo que es muy importante a los fines prácticos: las formas de prevenirlo o de revertir el proceso.
Muchos son los interrogantes que surgen a la hora de evaluar la vida de un demente, por ejemplo nos preguntamos: ¿Qué aprendizaje en la materia puede tener un espíritu cuyos órganos cerebrales le impiden total o parcialmente recordar, razonar, asociar ideas? ¿Qúe utilidad nos puede dejar una vida con tales características? El espíritu de un demente ¿es capaz de recordar su última existencia?
Invitamos al lector a analizar con detenimiento la historia de vida que presentamos a continuación.
"Mi cuerpo no respondía a lo que mi mente deseaba"
Espíritu que padeció en su última existencia limitaciones físicas que anulaban la capacidad de expresar el pensamiento. Durante toda su vida tuvo conciencia de su enfermedad y de su entorno. La rebeldía hacia su condición humana, le generaba estados depresivos.
Una de las razones de su última planificación espiritual, se vincula con una existencia anterior que lo muestra con un individualismo exacerbado, producto de la obsesión por el propio cuerpo.
- ESPÍRITU: Me ha traído mi protector. Es el paso que tengo que dar para poder entender procesos vividos.
- ESP.: Claridad en mi pensamiento.
- ESPÍRITU: Ha sido una vida de dolor físico. Mi cuerpo no respondía a lo que mi mente deseaba. Eran dos partes separadas, pero estaba lúcido y eso me causaba depresión.
- ESP.: Me desarrolle en un entorno familiar afectivo con padres que me cuidaron, pero para mi eso no era suficiente. Yo quería valerme de mi mismo. Siempre dependía de ellos.
- ESP.: De movilidad, pero lúcido, y eso me causó depresión.
- ESP.: También me era difícil. Mi mente sabía lo que quería, pero no podía expresarme con claridad. Eso me dolía mucho.
- ESP.: Mi enfermedad fue de nacimiento y fue empeorando con el crecimiento. Era consciente de todo lo que sucedía a mi alrededor. Viví hasta los 40 años.
- Nunca acepté esa enfermedad ni mis limitaciones, me rebelaba ante todos por ser normales.
- ESP.: Primero fue solo físico, pero más crecía y más veía crecer bien a otros, más dolor. Esto es lo que dañó mi mente y enfermó mi corazón.
- Lo que no podía expresar con palabras lo hacía con gestos y estos a veces eran de desprecio hacia los otros, eso también me causó depresión.
- ESP.: Sí, ellos siempre estuvieron para todo, comprendiendo lo que yo no podía.
- ESP.: Han comprendido y creo que más que yo.
- ESP.: Muchas veces, era mi liberación.
- ESP.: No porque aún siento que estoy atado a ese cuerpo. Al no aceptar la enfermedad como un proceso, no consigo desprenderme de la sensación de la materia limitandome.
- ESP.: Me han explicado, pero yo no comprendo porque tanto dolor.
- ESP.: Sí.
El guía pide a cada uno de los asistentes que realice una valoración del propio cuerpo. A través de este mecanismo el es´piritu podrá llegar a ese pasado y así entender la relación que existe entre ambas vidas.
DIR.: ¿Puedes relacionar esas dos vidas?
- ESP.: Siento que comprendo el por qué de mi existencia última y creo que mi mente también sufrió la consecuencia del descontrol de mi anterior existencia. Lo que descuidé en una, me fue arrebatado en la otra.
- ESP.: La obsesión de un cuerpo atlético, de llamar la atención del otro, enfermó la mente, descuidando en realidad lo que debía cuidar. A pesar de la fuerza y la presencia física, en mí no había nada de valor.
- Fue una vida consagrada al cuerpo y a mi ego. Los demás no tenían valor.
- ESP.: Sí, fui egoísta.
- ESP.: Sí, la prueba física me limitó pero me enseñó que sentimientos debía desarrollar, aunque en esos momentos yo no era del todo consciente y no siempre fui bueno con los que me ayudaban.
- ESP.: Si, estoy comprendiendo.
La intensa rebeldía del espíritu solo permite que llegue una pequeña claridad a sus pensamientos. Para que esta luz se intensifique, es necesario llevar al espíritu a reconocer que las dos personas que lo cuidaron vienen de existencias anteriores creando una proximidad entre ellos. Sus padres fueron hijos abandonados por este espíritu en otra vida.
DIR.: Tus padres se vinculan con una relación del pasado...
- ESP.: Recuerdo. Se que tuve hijos, pero no me interesé por ellos.
- ESP.: No los veo.
- ESP.: Sí. Quiero comprender. Necesito de ellos. Mi protector me dice que es la forma de salir de este estado.
- ESP.: Gracias, lo haré. Los siento cerca y sé que me ayudarán.
VIDENCIA: el espíritu recién en este momento pudo atisbar que su individualismo desmedido le dejó, como saldo, una inercia en su última vida.
DIR.: ¿Comprendes?
- ESP.: Sí. Primero tengo que aceptar que la limitación física y mental de mi última vida se debió a errores cometidos en otra vida anterior. En la media que comprenda iré obteniendo claridad para proyectar mi próxima existencia. Agradezco el sentimiento y la ayuda que me han dado.
VIDENCIA: Recién ahora el espíritu puede observar a la asistencia y comienza a sensibilizarse. Su rebeldía se transforma en dolor moral (un estado de remordimiento). El protector agradece el cambio porque le permite al espíritu avanzar más.
Para reflexionar:
Este trabajo nos ha mostrado que el individualismo exacerbado es un camino hacia la desvinculación. Nuevamente observamos sus consecuencias, soledad y desequilibrio mental. Una vida egoísta se asocia con futuras dependencias físicas, familiares y sociales.
AMOR FRATERNAL
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