lunes, 24 de junio de 2013

Relaciones simpáticas y antipáticas de los Espíritus / Mitades eternas

El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

Capitulo VI: VIDA ESPIRITISTA


291. Además de la simpatía general, determinada por las semejanzas, ¿tienen entre sí los Espíritus afectos particulares?
  • Sí, del mismo modo que entre los hombres, pero el vínculo que une a los Espíritus es más fuerte cuando se halla el cuerpo ausente, porque aquél no está ya expuesto a las vicisitudes de las pasiones.
292. ¿Se engendran odios entre los Espíritus?
  • Sólo existen odios entre los Espíritus impuros, y son éstos los que os inspiran las enemistades y disensiones que entre vosotros surgen.
293. Dos Seres que hayan sido enemigos en la Tierra ¿se guardarán mutuo rencor en el Mundo de los Espíritus?
  • No. Comprenderán que su aborrecimiento era estúpido, y pueril el motivo del mismo. Sólo los Espíritus imperfectos conservan un estado de animosidad, y ello sucede hasta que se han depurado. Si sólo dividió a los Espíritus un interés material, ya no pensarán en ello, por poco que se hayan desmaterializado. Si no hay entre ellos antipatía, puesto que el motivo de la discordia ya no existe, pueden volver a verse con agrado.
Como dos escolares llegados a la edad de la razón reconocen la puerilidad de las querellas que han tenido en su infancia y cesan de quererse mal.

294. El recuerdo de las malas acciones que dos hombres han podido cometer uno contra el otro ¿constituye un obstáculo para que simpaticen?
  • Sí, les lleva a distanciarse.
295. ¿Qué sentimiento experimentan, después de la muerte, aquellos a quienes hemos hecho mal en la Tierra?
  • Si son buenos, os perdonan conforme a vuestro arrepentimiento. Si son malos, pueden guardaros rencor, y a veces perseguiros hasta en otra existencia. Dios podrá permitirlo, a título de castigo.
296. Los afectos individuales de los Espíritus ¿son susceptibles de alteración?
  • No, porque ellos no pueden engañarse: no tienen ya la máscara tras al cual se ocultan los hipócritas. De ahí que cuando los Espíritus son puros sus afectos sean inalterables. El amor que les une es para ellos la fuente de una ventura suprema.
297. El afecto que dos Seres se han profesado en la Tierra ¿continúa siempre en el Mundo de los Espíritus?
  • Por cierto que sí, si se basa en una verdadera simpatía. Pero si en él tienen más parte las causas físicas que la simpatía, entonces cesará al desaparecer dichas causas. Los afectos entre Espíritus son más firmes y duraderos que en la Tierra, debido a que no están subordinados al capricho de los intereses materiales y del amor propio.
298. Las almas que deben unirse ¿se hallaban predestinadas para esa unión desde su origen, y cada uno de nosotros posee, en alguna parte del Universo, su mitad, con la cual inevitablemente se reunirá algún día?
  • No, no existe unión particular y fatal entre dos almas. La unión es entre todos los Espíritus, pero en grados diferentes, según el rango que ocupen, vale expresar, de acuerdo con la perfección que hayan alcanzado: cuanto más perfectos son, más unidos están. Todos los males de los humanos nacen de la discordia. En cambio, de la concordia resulta la felicidad completa.
299. ¿En qué sentido se ha de entender la palabra mitades, de que se sirven ciertos Espíritus, para designar con ella a los Espíritus que simpatizan?
  • Inexacta expresión. Si un Espíritu fuera la mitad de otro, hallándose separado de éste estaría incompleto.
300. Dos Espíritus que simpatizan por entero, cuando ya se han reunido ¿lo están para la eternidad, o bien pueden separarse y unirse a otros Espíritus?
  • Todos los Espíritus están unidos entre sí. Me refiero a los que han llegado a la perfección. En las esferas inferiores, cuando un Espíritu se eleva no siente ya igual simpatía por aquellos que ha dejado.
301. Dos Espíritus que simpatizan ¿son complemento el uno del otro, o esa simpatía es el resultado de una identificación perfecta?
  • La simpatía que atrae a un Espíritu hacia otro resulta de la total concordancia de sus inclinaciones e instintos. Si uno debiera completar al otro, perdería su individualidad.
302. La identidad necesaria para que se establezca una simpatía perfecta ¿sólo consiste en la similitud de pensamientos y sentimientos, o también en la uniformidad de los conocimientos adquiridos?
  • En la igualdad del grado de elevación.
303. Los Espíritus que hoy no simpatizan ¿pueden llegar a ello más tarde?
  • Sí, todos lo harán. De modo que el Espíritu que en la actualidad se encuentre en una esfera inferior, al perfeccionarse llegará a la esfera donde reside tal otro. Su encuentro tendrá lugar antes si el Espíritu más elevado, soportando mal las pruebas a que se le sometió, es demorado en el mismo estado.
303 a. Dos Espíritus que son simpáticos el uno hacia el otro ¿pueden dejar de serlo?
  • Por cierto que sí, si uno de ellos es perezoso.
La teoría de las mitades eternas es una imagen que describe la unión de dos Espíritus simpáticos. Se trata de una expresión en uso aún en el lenguaje vulgar que no hay que tomar al pie de la letra. Los Espíritus que de ella se han servido no pertenecen, seguramente, al orden más elevado. La esfera de sus ideas es por fuerza limitada, y han podido traducir sus pensamientos con los términos de los que se hubieran valido durante su vida corporal. Se ha de rechazar, pues, la idea de que dos Espíritus creados el uno para el otro deban un día reunirse inevitablemente en la eternidad, tras haber sido separados durante un lapso más o menos prolongado.

AMOR FRATERNAL

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