lunes, 18 de marzo de 2013

¿Hay Espíritus?

ACCIÓN DE LOS ESPÍRITUS SOBRE LA MATERIA


1.¿Hay Espíritus?

…“La duda concerniente a la existencia de los Espíritus tiene por causa primera la ignorancia de su verdadera naturaleza“…



La duda sobre la existencia de los Espíritus es uno de los interrogantes más antiguos de este planeta.

En la medida que vamos avanzando en nuestro progreso intelectual, moral y Espiritual esa duda se va diluyendo.

Pero como dice Kardec es la ignorancia sobre las leyes que actúan en todos los actos de la naturaleza la que nos lleva a estos interrogantes. En la medida que la ciencia avanza vamos quitando el velo a tantos interrogantes y aquello que nos parecía ridículo o imposible, en algún momento, hoy es claro y natural.
Natural, ahí esta el secreto.
El desconocimiento de las leyes que rigen la naturaleza nos lleva por caminos pocos claros a la hora de nuestras investigaciones a aseveraciones, nos confunde y nos perdemos en interrogantes que no podemos resolver. Somos seres por naturaleza orgullosos y egoístas y por ello creemos que podemos comprender todo, creemos que debemos saber todo porque creemos que tenemos la capacidad de entenderlo… lejos estamos de esa realidad.

Nuestra capacidad de un entendimiento integral de las cosas es directamente proporcional a nuestro avance moral, y, aunque a veces logremos avanzar intelectualmente en una cuestión u otra sino no completamos ese saber con el entendimiento moral de dicha causa ese avance es incompleto y cometemos errores, desviamos el objetivo de dicho conocimiento y nuestra responsabilidad sobre ello es mayor.
Pero, recorramos junto a Kardec la lógica de nuestra doctrina. Razonemos junto a él, el porque de las cosas, y comprenderemos como esta verdad esta frente a nuestros ojos y a veces no tenemos la capacidad de reconocerla.  

Cualquiera que sea la idea que se nos forme de los Espíritus, esta creencia esta necesariamente fundad sobre la existencia de un principio inteligente fuera de la materia… Desde el momento que se admite la existencia del alma y su individualidad después de la muerte, es menester también admitir:


1.Que ella es de una naturaleza diferente del cuerpo, pues que una vez separada de éste no tiene ya sus propiedades;

2.Que goza de la conciencia de sí misma, pues que se le atribuyen la alegría o el sufrimiento; de otro modo sería un ser inerte y tanto valdría para nosotros no tenerla.

Esto admitido, el alma va a alguna parte, ¿en que se convierte y adonde va? Según la creencia común ella va al cielo o al infierno, ¿pero dónde están el cielo y el infierno? Se decía en otro tiempo que el cielo estaba arriba y el infierno abajo; pero, ¿Qué es lo que esta arriba o abajo en el Universo desde que se conoce la redondez de la tierra?…

 
…a la doctrina de la localización de las almas, no pudiendo ponerse de acuerdo con los datos de la ciencia, otra doctrina más lógica les señala por dominio, no un lugar determinado y circunscrito, sino el espacio universal: es todo un mundo invisible en medio del cual vivimos, que nos circunda y nos rodea sin cesar.

Dicha doctrina nos dice también que las almas sacan su dicha o su desgracia de sí mismas; que su suerte esta subordinada a su estado moral; que la reunión de las almas simpáticas y buenas es una fuente de felicidad; que según su grado de depuración ellas penetran y ven cosas que se borran ante las almas groseras… las almas no llegan al grado supremo sino por medio de los esfuerzos que hacen para mejorarse y después de una serie de pruebas que se sirven a su depuración; que los Ángeles son las almas que han llegado al último grado que todas pueden alcanzar con buena voluntad; que los Ángeles son mensajeros de todo el universo; que son dichosos de estas misiones gloriosas y daremos a su felicidad un fin mas útil y atractivo que el de una contemplación perpetua que no seria otra cosa que una inutilidad constante; digamos en fin que los demonios no son otros que las almas de los malvados, todavía no depuradas pero que pueden llegar a serlo como las otras, y esto parecerá mas conforme a la justicia y a la bondad de Dios…

He aquí lo que la razón más severa, la lógica más rigurosa, en una palabra, el buen sentido, pueden admitir.

Las almas que pueblan el espacio son precisamente lo que se llaman Espíritus; los Espíritus no son, otra cosa que las almas de los hombres despojados de su envoltura corporal.

El fenómeno de las manifestaciones espiritas, son también, la prueba patente de la existencia y de la supervivencia del alma.
Para muchas gentes, su creencia no va más allá; admiten la existencia de las almas y por consecuencia la de los Espíritus, pero niegan la posibilidad de comunicarse con ellos, por la razón, dicen, que seres inmateriales, no pueden obrar sobre la materia. Esta duda esta fundada sobre la ignorancia de la verdadera naturaleza de los Espíritus, de la cual se forma generalmente una idea muy falsa, porque se les considera sin razón como seres abstractos, vagos e indefinidos, lo que no es así.

Para comprenderlo lo explicaremos mejor.
Figurémonos desde luego el Espíritu en su unión con el cuerpo; El Espíritu es el ser principal, pues es el ser PENSADOR Y SUPERVIVIENTE; el cuerpo no es, por consiguiente, mas que un ACCESORIO del Espíritu, una envoltura, un vestido que deja cuando esta usado.

Además de esta envoltura material el Espíritu, tiene una segunda, semi material que le una a la primera; en la muerte, el Espíritu se despoja de ésta, pero no de la segunda a la que nosotros damos el nombre de PERIESPÍRITU. Esta envoltura semi material que afecta a la forma humana, constituye para él un CUERPO FLUÍDICO, vaporoso, pero que, por ser invisible para nosotros en su estado normal no deja de poseer algunas propiedades de la materia. 


El Espíritu no es, pues un punto de abstracción, sino un ser limitado y circunscrito, al cual solo le falta ser visible y palpable para parecerse a los seres humanos. ¿Por qué pues no obraría sobre la materia? ¿Por qué su cuerpo es fluidico? ¿Pero no es entre los fluidos más rarificados, los mismos que se miran como imponderables, la electricidad, por ejemplo, en donde el hombre encuentra sus más poderosos motores? ¿Es que la luz imponderable no ejerce una acción química sobre la material ponderable? Nosotros no conocemos la naturaleza íntima del peri espíritu, pero supongámoslo formado de materia eléctrica o de otra tan sutil como esta.

Ahora hablemos de lo MARAVILLOSO y lo SOBRENATURAL.
¿Qué es pues lo maravilloso según vosotros?
…lo que es sobrenatural.
¿Qué entendéis por sobrenatural?
…lo que es contrario a las leyes de la naturaleza.

 
Bien… el pensamiento es uno de los atributos del Espíritu; la posibilidad de obrar sobre la materia, de hacer impresión sobre nuestros sentidos y por consecuencia de transmitir su pensamiento, resulta, si podemos expresarnos así, de su constitución fisiológica: luego, no hay en este hecho nada de sobrenatural, nada de maravilloso.
Que un hombre muerto y bien muerto, resucite corporalmente, que sus miembros dispersos se reúnan para volver a formar un cuerpo, he aquí lo maravilloso, lo sobrenatural, lo fantástico; eso seria una verdadera derogación que Dios no puede cumplir sino por medio de un Milagro.
Sin embargo, nos dirán, admitís que un Espíritu puede levantar una mesa y mantenerla en el espacio sin punto de apoyo y para ti eso es una derogación de la ley de Gravedad.

Pero pensemos… el que hubiera propuesto hace dos siglos transmitir un despacho a 500 leguas y recibir la contestación en algunos minutos, hubiera pasado por un loco!! Pensemos también, ¿por qué un fluido desconocido, no tendría la propiedad en circunstancias dadas, de contrabalancear el efecto de la gravedad, como el hidrogeno contrabalancea el peso del globo aerostático?

 
Hacemos estas analogías de hechos para ver que la materia actúa y modifica sus propiedades bajo circunstancias dadas para producir algunos efectos aún sin nosotros poder verlos.

De aquí razonamos: …todo efecto inteligente debe tener una causa inteligente.


Si una mesa gira o da golpes reiterados y la influencia que los provoca tiene cualidades inteligentes entendemos que debe tener una causa inteligente que la acciona.

Una vez acreditada la existencia de seres invisibles, su acción sobre la materia resulta de la naturaleza de su envoltura fluidica; esta acción es inteligente porque muriendo, ellos no han perdido mas que su cuerpo, pero han conservado la inteligencia que es su esencia; esta es la llave de todos estos fenómenos reputados sin razón sobrenaturales. La existencia de los Espíritus no es pues un sistema preconcebido, una hipótesis imaginada para explicar los hechos; es un resultado de observaciones y la consecuencia natural del alma y sus atributos.
Hemos anunciado la palabra MILAGRO; una corta observación sobre este objeto, no estará mal colocada en este capitulo sobre lo maravilloso.

En su acepción primitiva y por su etimología la palabra milagro significa COSA EXTRAORDINARIA, COSA ADMIRABLE DE VER; pero esta palabra, como tantas otras se a separado de su sentido originario y hoy día se dice según la Academia DE UN ACTO DE LA POTENCIA DIVINA CONTRARIO A LAS LEYES COMUNES DE LA NATURALEZA.

Como dijimos anteriormente, que un hombre muerto pueda volver a la vida por acción divina es un verdadero milagro, porque es contrario a las leyes de la naturaleza.

 
Pero que del razonamiento lógico entendamos que el hombre es una trilogía exacta donde cuerpo-espíritu y peri espíritu se sirven el uno al otro, y que por lo tanto cuando desencarnamos nuestro espíritu deja su cuerpo material, que ya no le sirve y se manifiesta con su envoltura semi material en el espacio, no hay ningún milagro.

El Espíritu puede obrar sobre la materia según su avance moral se lo permita, los menos adelantados producen los fenómenos groseros que a menudo escuchamos, golpes, ruidos, etc., y así llaman nuestra atención; los espíritus mas elevados accionan sobre la materia de otra forma y pueden producir a nuestros ojos fenómenos mas impresionantes con el objeto de expandir nuestra conciencia.
La manifestación de los espíritus por medio de los médiums es solo uno de los mecanismos posibles para ellos para comunicarse con nosotros, la facultad del médium más o menos depurado es la que garantiza la calidad del fenómeno, por ley de afinidad los espíritus buscan de manifestarse a través de aquellos médiums que les son simpáticos.

La fenomenología de las comunicaciones esta directamente relacionada al avance moral de quienes los provocan y quienes se manifiestan, no hay milagros, cosas maravillosas o sobrenaturales, solo hay leyes naturales que permiten el movimiento de fluidos o la transformación de los mismos para que puedan ser tangibles o visibles.

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