viernes, 15 de marzo de 2013

Conócete a ti mismo


LA SINCERIDAD

El tema de hoy es fundamental para poder entender la realidad de nuestro sentir y pensar.

El hombre, como espíritu encarnado estructura su realidad para poder interactuar con sus pares, ello sucede porque el espíritu como tal en esta etapa evolutiva no conoce ni acepta su realidad por lo que recurre a los estados y acciones que en algún momento sirvieron para su desarrollo.

Es importante para nosotros, hoy, comprender que la realidad de nuestro espíritu es muy distinta a la que observamos y conocemos.

Para adentrarnos en este nuevo conocimiento vamos a ir definiendo algunos estados que nos brindaran apertura:

DOCILIDAD:

Cuando realizamos una búsqueda interior con el fin de promover un cambio es imprescindible generar una relación de docilidad hacia esa realidad que intentamos reconocer.

Para comprender mejor esto definamos DOCILIDAD:

· Cualidad de dócil: Suave, apacible, que recibe fácilmente la enseñanza.

· OBEDIENTE: Ceder al esfuerzo que se hace para cambiar su forma o su estado.

Como vemos ser dócil ante esta búsqueda implica estas dos definiciones, apertura para recibir la enseñanza que el mundo espiritual nos da, o para abrir esa puerta donde hallaremos nuestra realidad escondida, disfrazada.

Obedientes, para no intentar cambiar lo que vemos, segados por nuestro orgullo, porque nosotros creemos que somos de determinada forma, eso es lo que define nuestro orgullo, lo que creemos y no lo que somos, por ello debemos aceptar lo que vemos.


El Espíritu que oriento este tema decía:

… yo les pregunto, el hombre como espíritu encarnado ¿es capaz de aceptarse? O medirá entre la realidad vista y su deseo, un sentimiento de justificación que dilata la acción responsable y posterga todo criterio de análisis. Esto querido amigo es la realidad que el hombre vive y padece por acción de su orgullo, de su rebeldía y de su imposición, el ser ve lo que quiere ver, siente como tal y disfraza la realidad por acción del conocimiento y del entorno social.

Otro punto a tener en cuenta es la condición de hombre que hoy tenemos como espíritus encarnados.

Si bien nuestra realidad se ve disfrazada bajo nuestra mirada imparcial, ello se debe también a la necesidad del espíritu de experimentar y sobrellevar su vida. Recordemos que estamos en una etapa evolutiva donde tenemos que aprender a conocernos, a ser concientes de nuestros actos y sentimientos y por ello nos resulta tan difícil vernos, debemos como tarea para estas nuevas vidas aprender a tener apertura para conocernos y así ir viendo nuestra verdadera realidad, nuestro verdadero sentir y pensar para empezar de apoco a comprender que hoy el camino hacia el progreso es otro, es el del conocimiento conciente, esto es conocernos realmente para poder cambiar.

Debemos empezar a hacer las cosas por convencimiento y no por conocimiento solamente, no esta mal en una primera etapa pero es hora de empezar a transformar ese conocimiento en un sentir.

¿Cómo?...con el PENSAMIENTO, como elemento formador de una nueva apertura, esto es empezar a pensar que no somos lo que creemos, que somos a nuestros ojos los que nos conviene, socialmente, como espíritus encarnados. En nuestras mentes debemos empezar a considerar la posibilidad de que realmente nuestra condición de espíritu es otra por cruel que nos pueda parecer.
Por eso los Espíritus nos insisten tanto en que debemos ser auténticos en nuestro sentir, debemos dejar fluir desde nuestro interior la tendencia tal cual sale, sin justificarla, sin controlarla, para así poder ver la realidad del verdadero sentimiento que la motiva.


Con el SENTIMIENTO, dejando que eso que vemos no afecte nuestra percepción, el sabernos soberbios, orgullosos, egoístas, etc., debe impactarnos en lo profundo de nuestras fibras fluídicas al punto de no querer, no desear realmente ser como somos, de allí partiremos a la trasformación, al deseo de dejar esas ropas viejas, pasadas de moda que tan mal nos quedan y no nos permiten interactuar con la necesidad presente del espíritu, porque hoy nuestro trabajo es otro, no es ser, sino ser para cambiar.

Con la VOLUNTAD, como elemento concentrador dinámico de energías, esto es, como único canal de fuerza motivador del cambio, de nuestro empeño y voluntad empleada resultará el mayor o menor éxito de nuestro trabajo. Cuando una tendencia quiere emerger crudamente desde nuestra esencia espiritual debemos a través de la voluntad doblegar su expresión, no como control sino como cambio profundo de un sentir y un pensar, convencidos que aquello que nos sirvió en otro momento hoy no nos sirve, nos retrasa, nos engaña y entorpece nuestro progreso.

Hoy el mundo espiritual nos dice: … entiendan que el mejor ejercicio de transformación inicial, que gravita en el ámbito espiritual, peri espiritual e intelectual, es el de ampliar la consciencia y es esta ampliación la que genera los márgenes justos sobre los cuales se va a presentar cada posibilidad de progreso en vuestro futuro, es en esta ampliación de conciencia como el espíritu crece, como crece su potencialidad afectiva y su humildad ante Dios.

…Es un deseo que cada día puedan ir generando una intensa relación entre vuestras identidades espirituales y la esencia del progreso conciente…

AFECTUOSAMENTE ESPÍRITU GUÍA

GENERAR UNA INTENSA RELACIÓN ENTRE NUESTRA IDENTIDAD ESPIRITUAL Y LA ESENCIA DEL PROGRESO CONCIENTE.





AMOR FRATERNAL




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