jueves, 7 de marzo de 2013

Paraiso, Infierno y Purgatorio

El Libro de los Espíritus

Libro Cuarto: ESPERANZAS Y CONSUELOS

Capitulo II: PENAS Y GOCES FUTUROS

IX.- Paraíso, Infierno y Purgatorio


1011. ¿Se destina en el Universo un lugar circunscrito a las penas y goces de los Espíritus, según sus méritos?
  • Ya hemos contestado a esa pregunta. Las penas y goces son inherentes al grado de perfeccionamiento de los Espíritus. Cada cual encuentra en sí mismo el principio de su propia ventura o infelicidad. Y como se hallan los Espíritus en todas partes, ningún sitio determinado ni cerrado se asigna a uno más que a otro. En cuanto a los Espíritus encarnados, son felices o infortunados en grado mayor o menor, según el mundo en que residan sea más o menos adelantado.
1011a. De acuerdo con esto, ¿el infierno y el Paraíso no existen, tal como el hombre se los representa?
  • Se trata meramente de imágenes. Por dondequiera hay Espíritus dichosos y desventurados. Sin embargo, y como también dijimos, los Espíritus de un mismo orden se reúnen por simpatía. Pero cuando son perfectos pueden reunirse donde lo deseen.
La localización precisa de los lugares de penas y recompensas sólo existe en la imaginación del hombre. Proviene de la tendencia de éste a materializar y circunscribir aquellas cosas cuya infinita esencia no puede comprender.
 
1012. ¿Qué debemos entender por Purgatorio?
  • Dolores físicos y morales: es el período de la expiación. Casi siempre en la Tierra os creáis vuestro purgatorio y hace Dios que expiéis vuestras culpas.
Lo que el hombre llama Purgatorio es asimismo una imagen por la cual se ha de entender no algún lugar determinado, sino el estado de los Espíritus imperfectos que se encuentran en expiación hasta obtener su purificación total, que debe elevarlos a la categoría de Espíritus bienaventurados. Puesto que tal purificación se opera en las diversas encarnaciones, el purgatorio consiste en las pruebas de la vida corporal.
 
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1014. ¿Qué se ha de entender por “un alma en pena”?
  • Un alma errante y sufriente, incierta acerca de su porvenir y a la cual podéis procurar un alivio que a menudo pide al acudir a comunicarse con vosotros. (Ver párrafo 664).
1015. ¿En qué sentido se debe interpretar la palabra cielo?
  • ¿Crees que sea un lugar, como los Campos Elíseos de los antiguos, donde todos los Espíritus buenos están amontonados, en promiscuidad, sin más preocupación que disfrutar durante la eternidad de una dicha pasiva? No. El cielo es el espacio universal, son las estrellas, los planetas y todos los mundos superiores donde los Espíritus gozan de la plenitud de sus facultades, sin padecer las adversidades de la vida material ni las congojas inherentes al estado de inferioridad.
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1017. ¿En qué sentido hay que entender las palabras de Cristo “mi reino no es de este mundo”?
  • Al así responder, hablaba Cristo en sentido figurado. Quería expresar que Él sólo reina sobre los corazones puros y desinteresados. Él está en todas partes donde prevalezca el amor al bien. Pero los hombres ávidos de las cosas del mundo y apegados a los bienes terrenales no están con Él.
1018. El reinado del bien ¿podrá algún día ser instituido en la Tierra?
  • Reinará el bien en la Tierra cuando, entre los Espíritus que acuden a habitarla, los buenos predominen sobre los malos. Entonces harán ellos que reinen allí el amor y la justicia, que son la fuente del bien y de la felicidad. Por medio del progreso moral y la práctica de las leyes de Dios atraerá el hombre a la Tierra a los Espíritus buenos y alejará de ella a los malos. Pero estos últimos no la dejarán sino cuando el ser humano haya desterrado de sí el orgullo y el egoísmo.
La transformación de la humanidad ha sido predicha, y vosotros estáis llegando a ese momento, que es apresurado por todos los hombres progresistas. Esa transformación se operará mediante la encarnación de Espíritus mejores, que formarán en la Tierra una nueva generación. Entonces los Espíritus de los malvados, que la muerte cosecha a diario, y todos aquellos que intentan detener la marcha de los acontecimientos serán excluidos de este mundo, pues se encontrarían desubicados entre los hombres de bien, cuya ventura turbarían. Irán a mundos nuevos y menos evolucionados, a desempeñar misiones penosas en las que podrán trabajar por su propio adelanto, al paso que lo harán por el progreso de sus hermanos todavía más atrasados que ellos. ¿No veis en el hecho de excluir a los Espíritus inferiores de la Tierra ya transformada la sublime imagen del paraíso perdido, y en el hombre que vino al mundo en tales condiciones, trayendo consigo el germen de sus pasiones y las huellas de su inferioridad primitiva, la imagen no menos sublime del pecado original? Considerando desde este punto de vista, el pecado original se relaciona con la naturaleza aún imperfecta del ser humano, que así no es responsable sino de sí mismo y de sus propias culpas, y no de las de sus padres.
Todos vosotros, hombres de fe y de buena voluntad, trabajad pues, con celo y valor en la gran obra de la regeneración, por cuanto cosecharéis centuplicado el grano que hayáis sembrado. Desventurados los que cierren los ojos a la luz, porque se están preparando para sí mismos largos siglos de tinieblas y decepciones. Desventurados los que cifren todas sus alegrías en los bienes del mundo, porque soportarán más privaciones que goces hayan tenido. Y desventurados, sobre todo, los egoístas, porque no encontrarán a nadie que les ayude a cargar el fardo de sus miserias…

SAN LUIS


AMOR FRATERNAL


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