El Libro de los Espíritus
Allan Kardec
Libro Tercero: LEYES MORALES
Capitulo IX: LEY DE LIBERTAD
835. La libertad de conciencia, ¿es una consecuencia de la libertad de pensar?
- La conciencia es un pensamiento íntimo que pertenece al hombre, como todos los demás pensamientos.
836. ¿Tiene el hombre derechos de poner obstáculos a la libertad de conciencia?
- No más que a la libertad de pensar, pues sólo a Dios compete el derecho de juzgar a la conciencia. Si el hombre regula mediante sus leyes las relaciones humanas, Dios, sirviéndose de sus leyes naturales, regula las relaciones del hombre con Él.
837. ¿Cuál es el resultado de las trabas que se ponen a la libertad de conciencia?
- Constreñir a los hombres a obrar de otro modo que como piensan, convirtiéndolos en hipócritas. La libertad de conciencia es una de las características de la verdadera civilización y del progreso.
838. ¿Son respetables todas las creencias, aun cuando sean notoriamente falsas?
- Toda creencia es respetable cuando es sincera y conduce a la práctica del bien. Las creencias reprobables son aquellas que arrastran al mal.
839. ¿Es reprensible que avergoncemos por su creencia a aquel que no piense como nosotros?
- Es no tener caridad y atentar contra la libertad de pensamiento.
840. ¿Significa atentar contra la libertad de conciencia el poner impedimentos a creencias que por su índole perturban la sociedad?
- Se puede reprimir los actos, pero la creencia íntima es inaccesible.
Reprimir los actos exteriores de una creencia, cuando tales actos acarrean cualquier perjuicio a los demás, no es atentar contra la libertad de conciencia, por cuanto dicha represión deja a la creencia su entera libertad.
841. Por respeto a la libertad de conciencia, ¿debemos permitir que se difundan doctrinas perniciosas, o es posible, sin atentar contra esa libertad, tratar de reconducir a la senda de la verdad a aquellos que se han extraviado a causa de falsos principios?
- Por cierto que podemos obrar así, e incluso debemos hacerlo. Pero enseñad, a la manera de Jesús, mediante la dulzura y la persuasión, y no por la fuerza, lo cual sería peor que la creencia de aquel a quien queréis convencer. Si algo existe que sea permitido imponer, es el bien y la fraternidad. Pero no creemos que el medio de lograr que se les admita sea obrar con violencia. La convicción no se impone.
842. Puesto que todas las doctrinas abrigan la pretensión de ser la única expresión de la verdad, ¿por qué signos podremos reconocer a aquella que tenga el derecho de presentarse como tal?
- Será la que haga más hombres de bien y menos hipócritas, vale decir, más hombres que practiquen la ley de amor y caridad en su mayor pureza y en su más amplia aplicación. Por ese indicio reconoceréis que una doctrina es buena, pues toda doctrina que tenga por resultado sembrar la discordia y establecer demarcaciones entre los hijos de Dios no puede ser sino falsa y perniciosa.
AMOR FRATERNAL
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