lunes, 15 de abril de 2013

Finalidad de la encarnación

El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

Libro Segundo: MUNDO ESPIRITISTA O DE LOS ESPÍRITUS

Capitulo II: ENCARNACIÓN DE LOS ESPÍRITUS

I.- Finalidad de la encarnación
132. ¿Qué objeto tiene la encarnación de los Espíritus?
  • Dios se la impone con el propósito de hacerlos alcanzar la perfección. Para unos constituye una expiación; para otros, una misión. Pero, para llegar a esa perfección deben sufrir todas las vicisitudes de la existencia corporal: en ello reside la expiación. La encarnación tiene asimismo otra finalidad, consiste en poner al Espíritu en condiciones de afrontar la parte que le cabe en la obra de la Creación. Para cumplirla, toma en cada mundo un instrumento de acuerdo con la materia esencial de ese globo a fin de ejecutar, desde ese punto de vista, las órdenes de Dios. De modo que, cooperando a la obra general, progrese él mismo.
La acción de los seres corpóreos es necesaria a la marcha del Universo. Pero con su sabiduría quiso Dios que en esa acción misma aquéllos encontraban un medio de progresar y acercarse a Él. Así, por una ley admirable de su providencia, todo se eslabona, todo es solidario en la Naturaleza.

133. Los Espíritus que desde el comienzo siguieron el camino del bien ¿tienen necesidad de la encarnación?
  • Todos ellos son creados simples e ignorantes, y se instruyen en las luchas y tribulaciones de la vida corporal. Siendo justo, no podía Dios hacer dichosos a algunos sin penas ni trabajos y, por tanto, sin mérito.
133 a. Pero entonces ¿de qué vale a esos Espíritus haber seguido la senda del bien, si ello no les exime de las penas de la existencia corporal?
  • Llegan más pronto a la meta. Además, los pesares de la vida son muchas veces la consecuencia de la imperfección del Espíritu. Cuanto menos imperfecciones tenga, tanto menores serán los tormentos que padezca. Aquel que no es envidioso ni celoso, avaro ni ambicioso, no sufrirá los suplicios que de esos defectos nacen.
 
II.- Del alma
134. ¿Qué es el alma?
  • Un Espíritu encarnado.
134 a. ¿Qué era el alma antes de unirse al cuerpo?
  • Espíritu.
134 b. En consecuencia, ¿las almas y los Espíritus son la misma cosa?
  • En efecto, las almas no son sino los Espíritus. Antes de unirse al cuerpo, el alma es uno de los Seres inteligentes que pueblan el Mundo Invisible y que se revisten temporariamente de una envoltura carnal, para purificarse y esclarecerse.
135. ¿Hay en el hombre otra cosa fuera del alma y el cuerpo?
  • Existe el vínculo o lazo que une el alma con el cuerpo.
135 a. ¿Cuál es la naturaleza de ese vínculo?
  • Semimaterial, esto es, intermedia entre la naturaleza del Espíritu y el cuerpo. Y ello es necesario para que ambos puedan comunicarse el uno con el otro. Mediante ese lazo obra el Espíritu sobre la materia, y viceversa.
Así pues, el hombre está formado por tres partes esenciales, a saber:
Primera: El cuerpo, o ser material, análogo al de los animales y animado por el mismo principio vital.
Segunda: El alma, Espíritu encarnado cuya habitación es el cuerpo.
Tercera: El principio intermediario, o periespíritu, sustancia semimaterial que sirve de primera envoltura al Espíritu y une el alma con el cuerpo. Tales son, en un fruto, el germen, el periespermo y la corteza.
 
136. ¿Es independiente el alma del principio vital?
  • El cuerpo no es sino la envoltura, sin cesar lo estamos repitiendo.
136 a. ¿Puede el cuerpo existir sin el alma?
  • Si, y sin embargo, tan pronto el cuerpo cesa de vivir, el alma lo deja. Antes del nacimiento no hay todavía una unión definitiva entre el alma y el cuerpo. Luego que esta unión se ha establecido, la muerte del cuerpo rompe los lazos que lo unen al alma y ésta abandona a aquél. La vida orgánica puede animar un cuerpo sin alma, pero esta última no puede habitar un cuerpo privado de vida orgánica.
Continuará...
 
Un abrazo fraterno.
AMOR FRATERNAL

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