jueves, 15 de agosto de 2013

Preguntas sobre las evocaciones - Segunda parte

El Libro de los Mediums

Allan Kardec

Capitulo XXV: DE LAS EVOCACIONES

21. ¿Hay diferencia entre los buenos y malos Espíritus con respecto a venir pronto al llamamiento que se les hace?
  • La hay muy grande; los Espíritus malos sólo vienen a gusto cuando esperan dominar y engañar; pero experimentan una viva contrariedad cuando están obligados a venir para confesar sus faltas; sólo desean marcharse, como cuando se llama a un estudiante para reprenderle. Pueden ser obligados por Espíritus superiores, como castigo, y para la instrucción de los encarnados.
  • La evocación es penosa para los buenos Espíritus cuando se les llama inútilmente por cosas de ninguna importancia; entonces no vienen, o bien se retiran. Vosotros podéis decir que, en principio, los Espíritus, cualquiera que sean, no les gusta como a vosotros, servir para distracción de los curiosos. Muchas veces no tenéis otra idea evocando a un Espíritu que el saber lo que os dirá, o preguntarle sobre las particularidades de su vida que no desea haceros conocer, porque no tiene ningún motivo para haceros sus confidencias. ¿Creéis que va a sentarse en el banquillo para que os divierta? Desengañaos: lo que él no os hubiera dicho cuando vivía tampoco os lo dirá como Espíritu.
Observación. – La experiencia prueba, en efecto, que la evocación es siempre agradable a los Espíritus cuando se hace con un objeto formal y útil; los buenos vienen con placer para instruirnos; los que sufren encuentran consuelo en la simpatía que se les manifiesta; los que hemos conocido están satisfechos de nuestro recuerdo. Los Espíritus ligeros quieren ser evocados por personas frívolas, porque esto les proporciona una ocasión de divertirse a sus expensas; están poco a gusto con personas graves.
 
22. ¿Los Espíritus, para manifestarse, tienen siempre necesidad de ser evocados?
  • No, porque se presentan muchas veces sin ser llamados yesto prueba que vienen espontáneamente.
23. Cuando un Espíritu se presenta por su propia voluntad, ¿se está más seguro de su identidad?
  • De ninguna manera, porque los Espíritus mentirosos, emplean a menudo este medio para engañaros mejor.
24. Cuando por el pensamiento se evoca el Espíritu de una persona, aun cuando no haya manifestación por la escritura ni de otro modo cualquiera, ¿viene a nosotros?
  • La escritura es un medio material para que el Espíritu pueda atestiguar su presencia, pero el pensamiento es el que le atrae y no la acción de escribir.
25. Cuando un Espíritu inferior se manifiesta, ¿puede obligársele a que se retire?
  • Sí, no escuchándole. Pero, ¿cómo queréis que se retire cuando os divertís con sus torpezas? Los Espíritus inferiores se unen a los que les escuchan con gusto, como los necios entre vosotros.
26. La evocación hecha en nombre de Dios, ¿es una garantía contra la intervención de los Espíritus?
  • El nombre de Dios no es un freno para todos los Espíritus perversos, pero detiene a muchos; por este medio siempre alejáis a algunos y aun alejarías a muchos más si la evocación fuese hecha desde el fondo del corazón y no como una fórmula ligera.
27. ¿Podrían evocarse nominalmente muchos Espíritus a la vez?
  • Ninguna dificultad hay en esto, y si vosotros tuvierais tres o cuatro manos para escribir; tres o cuatro os responderían al mismo tiempo; lo que sucede cuando hay muchos médiums.
28. Cuando son evocados muchos Espíritus simultáneamente y sólo hay un médium, ¿quién es el que contesta?
  • Uno de ellos contesta por todos y manifiesta el pensamiento colectivo.
29. ¿Podría el mismo Espíritu comunicarse a la vez con dos médiums diferentes, estando en sesión?
  • Tan fácilmente como vosotros tenéis hombres que a la vez dictan muchas cartas.
Observación. – Hemos visto a un Espíritu contestar al mismo tiempo por conducto de dos médiums a las preguntas que se le han dirigido, al uno en inglés y al otro en francés, y las respuestas eran idénticas en el sentido: algunas eran la traducción literal la una de la otra. Dos Espíritus evocados simultáneamente por dos médiums pueden establecer entre ellos una conversación; esta especie de comunicación no siendo necesaria para ellos, puesto que leen recíprocamente su pensamiento, se prestan a ello sólo para nuestra instrucción. Si son Espíritus inferiores, como aún están imbuidos de pasiones terrestres y de ideas corporales, puede llegar el caso que se disputen y apostrofen con palabras groseras, se echen en cara sus faltas, y aun se tiren los lápices, cestitas o planchitas, etcétera, el uno contra el otro.
 
30. El Espíritu evocado al mismo tiempo sobre diferentes puntos, ¿puede contestar simultáneamente a las varias preguntas que se le hacen?
  • Sí, si es un Espíritu elevado.
–¿En este caso se divide el Espíritu o tienen el don de ubicuidad?
  • El Sol es uno y sin embargo irradia alrededor y lleva lejos sus rayos sin subdividirse; lo mismo sucede con los Espíritus. El pensamiento del Espíritu es como una chispa que proyecta a lo lejos su claridad y puede ser apercibida en todos los puntos del horizonte. Cuanto más puro es el Espíritu, más irradia su pensamiento y se extiende como la luz. Los Espíritus inferiores son demasiado materiales; no pueden contestar sino a una sola persona a la vez, y si les llama en otra parte tampoco pueden ir.
  • Un Espíritu superior, llamado a un mismo tiempo en dos puntos diferentes, responderá las dos evocaciones si son tan formales y fervientes la una como la otra; en el caso contrario, da preferencia a la más formal.
Observación. – Lo mismo sucede con un hombre que, sin cambiar de puesto, puede transmitir su pensamiento por medio de señales vistas de diferentes lados.
En una sesión de la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas en que se había discutido la cuestión de ubicuidad, un Espíritu dictó espontáneamente la comunicación siguiente:

“Preguntábais esta noche cuál era la jerarquía de los Espíritus para la ubicuidad. Comparadnos a un aeróstato que se eleva poco a poco por los aires. Cuando toca a tierra sólo puede verle un pequeño círculo; a medida que se eleva el círculo se ensancha para él, y cuando ha llegado a cierta altura aparece a un número infinito de personas. Lo mismo sucede con nosotros; un Espíritu malo que aun está unido a la Tierra queda en un círculo estrecho en medio de las personas que le ven. Aumenta en gracia, se mejora, y puede hablar con muchas personas; cuando llega a ser Espíritu superior, puede irradiar como la luz del Sol, manifestarse a muchas personas y en muchas partes a la vez. Chaning”.
 
31. ¿Puede evocarse a los Espíritus puros que han terminado la serie de sus encarnaciones?
  • Sí, pero rara vez; pues solo se comunican a los corazones puros y sinceros, y no a los orgullosos y egoístas; es menester desconfiar de los Espíritus inferiores que toman esta cualidad para darse más importancia a vuestros ojos.
32. ¿En qué consiste que el Espíritu de los hombres más ilustres venga tan fácil y familiarmente al llamamiento de los hombres más obscuros?
  • Los hombres juzgan a los Espíritus como ellos, y es un error; después de la muerte del cuerpo, las categorías terrestres no existen; no hay más distinción entre ellos que la bondad, y los que son buenos van por todas partes en donde puede hacerse bien.
33. ¿Cuánto tiempo después de la muerte puede tardarse en evocar a un Espíritu?
  • Puede hacerse en el mismo instante de la muerte, pero como en este momento el Espíritu está aún en la turbación responde imperfectamente.
Observación. – Siendo la duración de la turbación muy variable, no puede haber plazo fijo para hacer la evocación; es raro, sin embargo, que al cabo de ocho días el Espíritu no se reconozca bastante lúcido para poder responder; algunas veces lo puede muy bien dos o tres días después de la muerte; en todos los casos se debe ensayar con respeto.
 
34. ¿La evocación en el instante de la muerte es más penosa para el Espíritu que la que se hace más tarde?
  • Algunas veces es como si os quitasen el sueño antes de despertaros completamente. Sin embargo hay algunos que no son contrariados y aun les ayuda a salir de la turbación.
35. Un niño que muere a corta edad, ¿cómo puede su Espíritu responder con conocimiento de causa, si cuando vivía no tenía aún conciencia de sí mismo?
  • El alma del niño es un Espíritu envuelto aún en los lazos de la materia; pero separado de ella goza de las facultades del Espíritu, porque los Espíritus no tienen edad; lo que prueba que el Espíritu del niño ha vivido ya. Sin embargo, hasta que esté completamente desprendido, puede conservar en su lenguaje algunas trazas del carácter de la infancia.
Observación. – La influencia corporal que se hace sentir más o menos tiempo sobre el Espíritu del niño se hace igualmente notar algunas veces sobre el Espíritu de aquellos que mueren en estado de locura. El Espíritu, por sí mismo, no es loco, pero ya se sabe que ciertos Espíritus creen durante algún tiempo estar aun en este mundo; no es, pues, extraño, que sintiéndose loco el Espíritu se resienta aún de las trabas que durante la vida se oponían a su libre manifestación, hasta que esté completamente desprendido. Este efecto varía según las causas de la locura, porque hay locos que recobran toda la lucidez de sus ideas inmediatamente después de su muerte.

AMOR FRATERNAL

No hay comentarios:

Publicar un comentario