lunes, 31 de octubre de 2016

TOMANDO CONCIENCIA DE NUESTRA INMORTALIDAD


Como todos ustedes saben el Planeta está pasando un proceso muy crudo, cruel, donde vemos a nuestro alrededor todas las miserias humanas que nuestro ser se pueda imaginar. Y muchas veces nos preguntamos ¿por qué pasa todo esto? ¿Por qué yo tengo que pasar por todo esto?

Bien, he aquí la importancia de porque debemos tomar conciencia de nuestra inmortalidad. Porque debemos cambiar nuestro punto de vista sobre las cosas, las personas y los acontecimientos.

Jason de Camargo nos explica: "Los seres humanos adoptan, por lo general, reglas que caracterizan su forma de pensar y obrar. Conservan durante largos años el mismo sistema de vida, la misma forma de encarar los acontecimientos, sin llegar a percibir que el conjunto de normas personales que rige sus actos les impide muchas veces la asimilación de nuevas ideas. Consideran a ese conjunto de principios la expresión cabal de la verdad, y muchos de ellos están instalados en su propio inconsciente.

De acuerdo al punto de vista espirita, un gran número de paradigmas ha sido adquirido en las reencarnaciones anteriores y está arraigado en la psiquis profunda o inconsciente. Cuando el individuo llega a la encarnación presente trae ya un conjunto de conceptos en relación con los valores intelectuales y morales de la vida. Es así que unos procederán de una determinada manera ante una situación ética, mientras que otros en la misma situación adoptarán una actitud antagónica, aunque hayan nacido de los mismos padres y recibido la misma educación. La explicación está en que cada uno es portador de un espectro de experiencias estrictamente individuales reunidas en las distintas encarnaciones, cada uno trae sus propios y diferentes componentes atávicos. Son paradigmas consolidados que definen el rumbo de su conducta en relación con la vida".

Debemos cambiar nuestros paradigmas para poder comprender que es lo que nos pasa o que es lo que pasa a nuestro alrededor. Debemos dejar de ver la vida como un hecho material para poder verlo como una expresión espiritual.

Porque si yo no puedo despojarme de la idea materialista de la vida, todo lo que sucede a nuestro alrededor toma características dramáticas, imposibles de aceptar y llevar adelante.
Yo soy lo que soy, no lo que tengo.

Erich Fromm en su libro “Del tener al ser” nos explica el siguiente concepto: “Hay dos formas en que la gente prueba que son ellos mismos: 
  1. Lo hacen en términos de lo que ellas poseen,
  2. O en función de lo que hacen.

¿Tiene desventaja la primera opción?
Bien, diré primero que lo que puedo tener es lo que puedo perder. En otras palabras, si mi sentido de identidad está basado en lo que tengo, en mis posesiones, si puedo decir “soy lo que tengo”, entonces la pregunta que surge es ¿Quién soy yo si pierdo lo que tengo?

Si yo creo que todo lo que soy es mi cuerpo y no reconozco mi espíritu o alma, cuando pierda mi cuerpo desapareceré y con la desaparición de mi cuerpo desaparecerán mis logros, mis sentimientos, mis pensamientos, porque ya no existo”
.
Prosigue: “Así pues el sentido de identidad basado en “lo que yo tengo” es siempre amenazante. La persona está demasiado preocupada en no perder lo que tiene, porque no pierde solo lo que tiene, pierde también su sentido de identidad. (En este caso el cuerpo físico) Si yo siento que soy lo que tengo, y ya no tengo nada, entonces “yo no soy”.

En cambio: "el sentido de identidad, que está basado en el ser, es completamente diferente porque no se le puede quitar eso… yo siento, veo, amo, estoy triste…todas esas experiencias humanas, que se pueden expresar en verbos, son actividades humanas que no son dependientes, que no pueden perderse o ser destruidas. Así pues, la persona cuyo sentido de identidad está basado en lo que es, es decir, en la ejecución de sus facultades internas o potencialidades en el mundo, no tiene la ansiedad de perderse a sí mismo porque se le quite algo, está realmente libre de ese peligro".

Fromm prosigue, "Marx dice: “cuanto menos eres y cuanto menos expresas tu vida, más tienes y más alienada es tu vida. Todo lo que el economista toma de ti, en el sentido de vida y de humanidad, te lo devuelve en forma de dinero y de riqueza. 
Ahora…esta es la expresión más clara de la diferencia entre “tener y ser” como dos fundamentos absolutamente opuestos".

Si mi vida se desarrolla en un ámbito meramente material, donde mi mente está focalizada en logros materiales, en perdurar por lo que tengo, cuando algo me arrebata lo que construí materialmente mi vida se desmorona, porque no me siento con facultades para ser de otra forma que no sea a través de la materia.

Lo mismo sucede con mi cuerpo, con mi vida, si yo no puedo ver más allá de los factores que me rodean, que me condicionan, sufro, me estreso, me hastío o me angustio porque no puedo comprender el porqué de mi vida, de las personas que me rodean, mis problemas de salud, la perdida prematura de seres queridos… ¿por qué?... ¿por qué?...si yo no hice nada.

Si soy consciente de mis facultades internas, de mis potencialidades humanas, mi vida se desarrolla en función de lo que soy, de lo que puedo dar y de lo realmente perdura en el tiempo.

La concepción de la vida desde un punto de vista material limita nuestro entendimiento. No puedo ver más allá de lo que gira a mí alrededor, de lo que he comprendido hasta este momento. Por ello es importante poder abrir nuestro entendimiento a este nuevo paradigma, en busca de nuevos y más renovados que cada vez nos vayan ampliando más nuestra capacidad de comprender nuestra existencia y por sobre todas las cosas nos permita comprender las leyes de Nuestro Creador.

Cuando logre ampliar, comprender y aceptar esta nueva visión, las penas y dolores vividos, las circunstancias que nos rodean comienzan a tener un porque y ya no vivo la vida con esa ansiedad y miedo a perder “todo lo que tengo”, empiezo a vivir la vida en función del bien común y las cosas materiales pasan a ser “accesorios” que necesito para llevarla adelante.

  • Mi cuerpo, es temporal.
  • El dinero, es el que necesito para vivir con necesidades reales, no superfluas, y si mi experiencia incluye la riqueza trataré de ser responsable de ello, y si mi experiencia incluye la pobreza, entenderé la necesidad de mi ser, para calmar aquello que puede detenerme en mi evolución.
  • Mi familia, es el núcleo de seres que necesito para evolucionar, ellos aportan lo que me falta o lo que debo descubrir en mí. Veo la solidaridad de la ley de Dios.
  • El país, la ciudad en la que vivo, es la que mi espíritu necesita en este momento para poder desarrollarse en el objetivo que planifiqué.
  • Soy responsable de mis acciones, pensamientos y sentimientos porque estoy construyendo un ser colectivo que se perjudica o beneficia por ello.
  • La muerte, ya no es un fantasma, es un cambio de estado de mi propio ser que perdura a pesar del cambio físico.

"Tomar conciencia de nuestra inmortalidad nos ayudará a darnos cuenta que si no somos felices ello se debe a que necesitamos modificar algunos elementos.
Persistir en el error, repetir una y otra vez acciones inconvenientes, es petrificar el sufrimiento en nuestras almas.

Somos personas que condicionadas por nuestros hábitos generadores de preocupaciones, ansiedades, deseos y más deseos, que producen tristeza y los dolores humanos. Preferimos los paradigmas que nos causan sufrimiento en lugar de los que propician nuestra felicidad.

El meollo de la cuestión está en modificar, en sustituir los paradigmas negativos, por los que contribuyen a la plenitud humana".(Jason de Camargo, Educación de los Sentimientos)

29 de Octubre de 2016.
AMOR FRATERNAL